Primero fue Silicon Valley, después Signature Bank, luego Credit Suisse, el pasado jueves First Republic abrió en Wall Street con un desplome cercano al 30%… como fichas de dominó el sector financiero fue acusando estos desplomes, registrando caídas espectaculares que aquí se saldaron con pérdidas superiores al 12% de todos los bancos.
Indudablemente, la situación macro mundial no es comparable a la de 2008 y aunque muchos quieren ver coincidencias entre ambas crisis, lo cierto es que -por fortuna- las dos son bien distintas. Alarma ver que la banca europea se ha descapitalizado en solo una semana más de 130.000 millones de euros; o los rumores sobre la compra de Credit Suisse por parte de UBS; o que 11 entidades estadounidenses hayan tenido que salir en auxilio de First Republic inyectándole 30.000 millones de dólares para evitar su quiebra; o que los niveles de endeudamiento de muchas naciones (entre ellas la nuestra) estén en máximos históricos; o que la inflación en todos los países occidentales siga absolutamente desbocada, provocando unos desajustes económicos de gran calado que las distintas autoridades monetarias intentan contener con unas políticas férreas, subiendo los tipos de interés a niveles no vistos en 30 años, lo que compromete el acceso al crédito a particulares y empresas no recuperados aún del “crash financiero” de 2008.
En un ambiente de máxima tensión, los principales índices -a excepción de los norteamericanos- cerraron la semana en rojo, registrando pérdidas que rondaron en todos los casos el 4%. Aquí, el selectivo rompió el soporte de los 9.000 enteros y arrancará el lunes desde los 8.719 puntos.
Apenas poco más de media docena de valores lograron desmarcase de la tendencia bajista que dominó el parqué y casi todos ellos integrantes del sector eléctrico, liderando los avances Iberdrola y Naturgy, que se revalorizaron respectivamente un 1´96% y 2´34%. Severísimo revés para todos los bancos, llevándose la peor parte Unicaja (-14´65%), Bankinter (-16´41%) y Sabadell (-20´50%).
El dinero, que salió huyendo de la renta variable, se refugió en la fija y así la TIR del bono a 10 años cayó hasta el 3´21%, cuando a principios de mes llegó a rozar el 4%.
Donde sí hubo movimientos muy importantes fue en los de petróleo y en los de cripto. En estos últimos el bitcoin -que en situaciones de tanta tensión como la actual hace de “refugio”- subió más de un 30%, yéndose por encima de los 26.401 dólares. En los de crudo, las dudas macro tumbaron el barril de brent, que cayó a mínimos anuales.
15 años después la banca vuelve a traer de cabeza a las bolsas. Poco o nada hemos aprendido en este tiempo. El dinero al 0% en lugar de aprovecharlo para reducir deuda, lo hemos utilizado para incrementarla. No tenemos arreglo.