Si hace una semana el BCE anunciaba la segunda bajada de tipos de este año (otros 25 puntos básicos), esta lo ha hecho la Fed, que sorprendió a todos con una rebaja de 50 p.b., el doble que la prevista, fijándolos en la horquilla del 4,75% y el 5%. IPC y desempleo fueron determinantes en la decisión de Powell, que ya empieza a “despreocuparse” de la inflación y pone el foco en una posible recesión si el mercado laboral estadounidense no sigue los buenos datos posteriores al Covid. Por su parte, el Banco de Inglaterra, Japón y China decidieron (de momento) mantener sus tipos de interés en el 5%, 0,25% y el 3,35% respectivamente.
El IPC final de la eurozona de agosto se situó en el 2,2%, 4 décimas menos que el mes anterior (su nivel más bajo en tres años) y el de UK se mantuvo en el 2,2%. Sí hubo cambios en el de Japón, que subió al 2,8%, encadenando 36 meses de subidas a pesar de no mover su banco central los tipos de interés.
El Ibex acogió con fuerza las decisiones adoptadas por la Reserva Federal, marcando nuevos máximos desde 2015, llegando a superar incluso intradía los 11.800 puntos. En el lado positivo, BBVA e IAG fueron las compañías con mejor comportamiento, revalorizándose un 5,27% y 4,96% respectivamente, y en el negativo, sector energético y farmacéutico se quedaron a la cola del selectivo, siendo Acciona Energía y Grifols las cotizadas que más cayeron (-6,68% y -3,96%).
Buena semana también para el resto de las plazas bursátiles a uno y otro lado del Atlántico, destacando las compras en China (el Hang Seng se revalorizó hasta un 5,12%), en Japón (+3,16% para el Nikkei, apoyado también en la decisión del BoJ) y en Wall Street, que respondió con nuevos máximos históricos para el Dow Jones y el S&P 500.
Ganancias en los mercados de materias primas, renta fija y divisas: el petróleo cerró próximo a los 74 dólares tras el aumento de las tensiones en Oriente Medio y el oro sigue consolidándose como activo refugio; el bono español a 10 años se anotó una revalorización de 5 pipos, su homólogo alemán de 6 y el de EE. UU se asentó por encima del 3,70%; en los cambiarios, por último, el euro recuperó posiciones con el dólar, terminando su fixing en las 1´11 unidades y el bitcoin se contagió del optimismo tras la Fed, cerrando cerca de los 63.000 dólares.
Los bancos centrales siguen siendo los protagonistas de todas las portadas. Si los dos principales reman ya en la misma dirección, es señal de que nos estamos acercando a un cambio en sus políticas monetarias, aunque aún quede mucho por hacer.