El anuncio el pasado fin de semana de la imposición de aranceles a China, México y Canadá, “cumpliendo” así las promesas la Administración Trump, desató el lunes una oleada de ventas en todas las plazas. Sin embargo, tras conocerse ese mismo día la decisión del Presidente de posponer (al menos durante un mes) las nuevas políticas arancelarias a México y Canadá, las bolsas tomaron aire y la mayoría de plazas ampliaron los números verdes de las últimas semanas.
Aquí el Ibex, fue el índice europeo con mejor comportamiento, subiendo un 2,59%, terminando en los 12.688 puntos (máximos de 2008) y acumulando en lo poco que llevamos de 2025 un avance cercano al 10%. Estas ganancias estuvieron muy apoyadas en los resultados empresariales publicados estos últimos cinco días, destacando la revalorización del 13,20% que registró Arcelor y el 11,34% del Banco Santander. La acerera, obtuvo un beneficio de 1.339 millones de euros, un 45% más que el año anterior, mientras la entidad cántabra ganó el pasado ejercicio 12.574 millones, récords históricos. En el lado negativo, Indra se desplomó más de un 13%, penalizada la tecnológica por el anuncio de compra del 89% de Hispasat a Redeia, mientras Rovi, solo en la sesión del viernes perdió un 16,29%, al advertir que obtendrá una Ebitda sensiblemente inferior a la esperada por el consenso de los analistas.
Signo mixto en el resto de plazas europeas y estadounidenses, con ligeras mejoras aquí y cierre plano en Wall Street. En Asía, el Nikkei japonés perdió un 1,90% por el temor a los nuevos aranceles, mientras el Hang Seng chino (a pesar de ser, hasta ahora, el único afectado con aranceles del 10%) se disparó un 4,49% gracias a las represalias lanzadas por el Gobierno de Pekin, investigando a empresas como Google e implantando tarifas adicionales del 10% y 15% a los productos USA.
Fuerte caída de los bonos en los mercados de deuda, bajando la rentabilidad del español hasta el 3,0%, la del alemán hasta el 2,37%, y la del americano se redujo 7 pipos, hasta el 4,47%. En los cambiarios, El euro, que el lunes llegó a tocar las 1,01 unidades, repitiendo fixing el viernes en las 1,03 unidades en su cambio con el dólar.
Recortes también en los de criptodivisas y materias primas. En los primeros, el bitcoin, se desinfló hasta los 98.000 dólares ante la triple amenaza de los aranceles sobre el mercado cripto, mientras en los segundos, el petróleo se alejó de sus recientes máximos por el aumento de producción de crudo anunciado por Trump. El oro continúa sirviendo de activo refugio y pulverizó récords, rozando los 2.900 dólares/onza.
Si enero fue un buen mes, febrero ha empezado por el mismo camino.