La guerra comercial sigue sin dejar respirar a los mercados. A pesar de que el lunes las bolsas mundiales cotizasen en verde tras el anuncio de exención temporal de aranceles al sector tecnológico y los rumores de liberar también al del motor, no continuaron el resto de la semana con la misma tendencia alcista (aunque algunas plazas hayan conseguido recuperar parte del terreno perdido): el miércoles volvió la volatilidad a los mercados. El gigante tecnológico NVIDIA se ha visto en medio de esta guerra con la nueva prohibición de Trump de exportación de estos chips a China (la cotizada se desplomó durante la sesión más de un 6%).
Con toda esta incertidumbre que no cesa, Bruselas y Washington han iniciado conversaciones para intentar minimizar sus diferencias comerciales, pidiendo Europa un “esfuerzo significativo conjunto” y poder llegar a un acuerdo; China por su parte, debería dar el primer paso para poder seguir el mismo camino.
El jueves, al BCE le tocó transmitir algo de confianza en su reunión, bajando los tipos de interés 25 puntos básicos, hasta situarlos en el 2,25% y seguir apostando por una política monetaria más laxa (niveles no vistos desde noviembre de 2022). El dato confirmado de la inflación de la eurozona ayudó a avalar este último recorte después de moderarse una décima en marzo, hasta el 2,2%.
El Ibex esta semana ha vuelto a esquivar las pérdidas, revalorizándose un sorprendente 5,10%, cerrando el viernes en los 12.935 puntos, al contar el selectivo con un menor peso del sector tecnológico. Cellnex y Telefónica fueron dos de las mejores cotizadas, con un +10,64% la primera y un 8,33% la segunda. Peor suerte para Puig, que se ha visto perjudicado por los malos números del sector del lujo y su peso en él.
En Europa, fuertes avances en todas sus plazas, destacando el 5,74% que se anotó el Mib de Milán. Subidas también en Asia: el Nikkei japonés y el Hang Seng chino subieron cerca de un 2,30%. Wall Street sufrió de nuevo un desplome, llegando a perder el tecnológico Nasdaq alrededor del 2,50%, volviendo a ser uno de los índices más penalizado por los inversores.
Los mercados de deuda siguen restando rentabilidades: la del bono español a 10 años terminó en el 3,17%, la de su homólogo alemán en el 2,47% y la del estadounidense sigue por debajo del 4,50%. En los de divisas, la guerra arancelaria continúa depreciando el dólar, fijando su cambio con el euro en las 1,13 unidades. El petróleo terminó en los 67 dólares barril y el oro sigue intentando conquistar los 3.300 dólares, reafirmándose como activo refugio.
A pesar del festivo en todas las bolsas el viernes, la guerra arancelaria no va a cesar. A Trump le queda mucho por hacer.