El “alto el fuego” del conflicto en Oriente Próximo la pasada semana, ha devuelto el protagonismo a la guerra comercial. El próximo 9 de julio es la fecha límite para alcanzar un acuerdo y, hasta ahora, parece misión imposible. Trump anunció el pasado miércoles un pacto con Vietnam, que se sumaría a los ya firmados con China y Reino Unido, mientras, en el lado contrario se encontrarían Japón y la Unión Europea. El país nipón se expone a aranceles de hasta el 30%, ya que el presidente estadounidense dijo que “no están interesado en comprar su arroz” pese a la escasez que tienen y aquí, la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, aseguró que está buscando un “acuerdo de principios” con EEUU, pero reconoció que va a ser imposible detallarlo antes de la fecha límite.
Estas incertidumbres, penalizaron al Ibex que terminó la semana prácticamente plano cerrando de nuevo en puertas de los 14.000 puntos. Dos compañías energéticas fueron la cara y la cruz del parqué, destacando en el lado positivo la subida del 9,76% que registró Acciona Energía y en el negativo los recortes del 4,24% de Enagás.
En el exterior, comportamiento dispar: signo mixto en Europa; fuertes subidas en Wall Street, que terminó con nuevos máximos históricos a pesar de tener una sesión menos por la festividad del 4 de julio y, por último, en Asia caídas del Hang Seng chino (-1,52%) y del Nikkei japonés (-0,85%), que acusó las tensiones comerciales con EEUU.
La guerra arancelaria y últimos datos macro publicados, sobre todo, el de empleo USA conocido el jueves (la tasa de paró registró una inesperada bajada hasta el 4,1% frente al 4,3% esperado) siguen penalizando a los mercados de deuda y divisas americanos. Su bono, repuntó hasta el 4,32%, mientras, el dólar, firmó su peor arranque de ejercicio desde 1973, dejándose en lo que llevamos de año más de un 10% y acercando el fixing con el euro a las 1,20 unidades, niveles no vistos desde 2021.
En los de petróleo, el barril de Brent recuperó más de un 2% a pesar del más que posible incremento de producción por parte de la OPEP+.
A nivel doméstico todas las miradas siguen puestas en la OPA. El lunes BBVA comunicó su decisión de seguir adelante con la operación a pesar de las duras condiciones impuestas por el Gobierno, operación que se vuelve a ver condicionada después de vender el Sabadell su filial TSB al Banco Santander por 3.100 millones, celebrándolo el banco catalán con fuertes ganancias en el Ibex (6,41%). Tras esta venta, la entidad vasca ha tenido que rehacer el folleto de la OPA que arrancará de nuevo a finales de julio.
Muchas incertidumbres.