Si las principales bolsas terminaron en zona de máximos el pasado viernes, este ha sido todo lo contrario, cayendo todas ellas en torno al 3% e incluso en el caso del Hang Seng chino más de un 5%.
La semana estuvo marcada por referencias de tanta relevancia como las Actas de la Fed o la reanudación de publicación de datos macro en Estados Unidos tras la reapertura de su Gobierno. Las primeras pusieron de manifiesto la división de la Reserva Federal a la hora de fijar su hoja de ruta, enfriando así las perspectivas de nuevas rebajas de tipos de interés en su próxima reunión. Entre las segundas, destacaron la inflación de la eurozona (repuntó hasta el 2,1% en línea con lo que pronosticaban los analistas) y, sobre todo, el informe de empleo americano de septiembre, que superó con creces las previsiones (más del doble de lo esperado).
Además, los inversores estaban pendientes de conocer las cuentas de Nvidia. La multinacional de software batió todas las previsiones y obtuvo un beneficio de 31.910 millones de dólares en el tercer trimestre, un 65% más, animada por el auge de la demanda de sus chips más avanzados de IA.
El Ibex, cedió un 3,21% hasta los 15.821puntos, muy lejos de los 16.345 del viernes anterior. A la cola del selectivo se encontraron Indra y Acciona Energía, que se dejaron un 10,77% y 11,12% respectivamente. Entre las pocas cotizadas que lograron cerrar en verde, mención especial para Solaria, que ganó un 10,99%, apoyada en las favorables valoraciones de varias casas de análisis y en la presentación de sus resultados (disparó su beneficio un 148% hasta septiembre y anunció que prevé superar su objetivo de Ebitda).
Estabilidad en los mercados de deuda y divisas. La rentabilidad de los bonos se mantuvo prácticamente inalterable estos últimos cinco días, con la excepción del 10 años USA que bajó 7 enteros, hasta los 4,07% puntos básicos, mientras en los cambiarios, el dólar recuperó posiciones en su cambio con el euro, marcando fixing en las 1,149 unidades.
Fuerte volatilidad en los de materias primas y en los cripto: el petróleo terminó en los 62 dólares (-3%), penalizado tanto por las sanciones de Trump como por los ataques ucranianos a un puerto clave en Rusia. Por su parte, el bitcoin continuó con los desplomes, hundiéndose la principal criptomoneda más de un 11%, terminando el viernes en el entorno de los 83.000 dólares, su nivel más bajo de los últimos siete meses.
Los rumores de una posible burbuja de la IA y las dudas sobre la sostenibilidad de su crecimiento han pesado más estos último cinco días que las buenas referencias conocidas. El rally de fin de año parece peligrar.