Semana plagada de referencias económicas. Llegaron al parqué un aluvión de noticias tanto corporativas como macro, algunas de ellas de especial relevancia. El lunes, se supo que en agosto la deuda acumulada por el conjunto de las Administraciones Públicas se había disparado hasta los 1´563 billones de euros, una cifra “mareante” que, sin duda, comprometerá seriamente nuestro futuro económico a corto y medio plazo. Ya el jueves se conoció que el paro subió a cierre del tercer trimestre del año en 96.000 personas, yéndose la tasa de desempleo hasta el 11´8% pese a crearse más de 200.000 puestos de trabajo. Ese mismo día, el BCE mantuvo sin cambios sus tipos oficiales tras diez alzas consecutivas, mientras la economía USA crecía a un ritmo del 4´9% hasta octubre, superando ampliamente las previsiones. Finalmente, el viernes el INE publicó el PIB español en los nueve primeros meses del año, dato que reflejó una clara desaceleración al crecer solo un 0´3% en tasa interanual, desaceleración que se alineó con las previsiones de la OCDE, que recortó al 1´5% nuestro crecimiento para 2024.
También, muchas noticias corporativas por el lado micro. Particularmente destacables los resultados empresariales de sociedades con tanto peso como Banco Santander, Repsol o Iberdrola: la entidad cántabra ganó hasta septiembre más de 8.000 millones, Repsol 2.785 millones en el mismo período e Iberdrola disparó sus beneficios en los tres primeros trimestres del año hasta los 3.637 millones, una cifra muy similar a la obtenida por CaixaBank (3.659 MM).
En un ambiente enrarecido por el aumento de la tensión en Oriente Medio, el Ibex intentó -finalmente sin éxito- mantener el nivel de los 9.000 puntos, lastrado por el recorte de valores con tanto peso como Telefónica o Repsol, que se dejaron respectivamente un 4´44% y un 6´28%.
Tendencia muy similar a la de aquí la registrada por las principales plazas foráneas, marcando la mayoría de ellas una clara orientación a la baja de la que solo se desmarcó el Hang Seng, que cotizó con una subida del 1´26% el ambicioso plan de estímulo para impulsar su economía que lanzó el martes el Gobierno de Pekín.
La inminente aprobación por parte de la SEC de los primeros ETFs al contado sobre el bitcoin, dispararon la moneda virtual, hasta los 34.000 dólares, tras revalorizarse más de un 13%.
Paso atrás del petróleo en los mercados de crudo (-3´45%) y muy pocos movimientos en los de divisas, manteniéndose estable el cambio euro/dólar en torno a las 1´05 unidades. Por último, el bono encontró una fuerte resistencia en el 4% y terminó el viernes ofreciendo un 3´925%.
Semana densa e intensa. Otra más.