Otra semana más cargada de referencias económicas de primerísimo nivel. Los interrogantes que generan los resultados de las elecciones europeas, las proyecciones monetarias avanzadas por la Reserva Federal y el temor a que se abra una “guerra de aranceles” entre China y la UE, ha sacudido estas últimas cinco sesiones a los mercados.

Sin duda, la consecuencia más relevante de la jornada electoral del pasado domingo, fue el anuncio de Macron de convocar elecciones anticipadas en Francia tras la debacle de su partido en los comicios europeos, entrando el país vecino en una peligrosa espiral bajista ante un medio plazo tremendamente incierto (de momento, el CAC 40 se ha desplomado casi un 5% desde entonces)

Por su parte la Fed decidió en su consejo del miércoles, mantener los tipos de interés en EE.UU. en la horquilla comprendida entre el 5´25/5´50% (máximos de 23 años), mientras anunciaba que tan solo tiene previsto un recorte de 25 p.b. en el segundo semestre de 2024, muy lejos de los 2 o 3 “ajustes” que se barajaban hasta ahora y todo ello pese al buen dato publicado del IPC USA (3´3%), que muestra una relajación de precios superior a la prevista, pero todavía insuficiente para cambiar la política monetaria de la entidad presidida por Jerome Powell.

Más madera para complicar la coyuntura que atravesamos, la aportaron las tensiones arancelarias derivadas de la “guerra comercial” entre Bruselas y China, focalizado ahora el conflicto en los aranceles a los vehículos eléctricos importados del país asiático.

El Ibex finalizó la semana con una seria caída del 3´62%, sufriendo un severo batacazo, terminando por debajo de los 11.000 puntos. Entre los valores más castigados del selectivo destacó el 15% que se hundió Naturgy. La cotizada se vio fuertemente perjudicada tras conocerse el pasado martes el fracaso de las negociaciones entre CriteriaCaixa y el grupo Taqa para alcanzar una OPA conjunta sobre la empresa gasista, debido a discrepancias en el precio y reparto de poder. El sector financiero fue el más penalizado por los inversores, dejándose Santander, BBVA y Sabadell un 7´51%, 8´83% y 9´32% respetivamente, con la CNMV admitiendo a trámite la OPA de la entidad vasca sobre la catalana.

Caída en la rentabilidad del bono español, que pasó del 3´39 al 3´32% y mayor recorte aún registraron el alemán y el estadounidense, que cedieron ambos más de 20 puntos básicos. El euro cedió terreno con el dólar, cruzándose ambas divisas ligeramente por encima de las 1´07 unidades. Fuerte revés del bitcoin y repunte del barril de brent en los mercados de crudo.

Muchas incertidumbres tienen los inversores por delante. Puede ser un buen momento para que “hagamos caja” y nos tomemos un respiro.