Semana marcada por importantes referencias macro, sobre todo entre potencias europeas como Alemania y Francia, que presentaron unos datos de inflación en línea con lo esperado a pesar de la inestabilidad económica del primero y la incertidumbre política del segundo, que el viernes nombró a su nuevo primer ministro. El IPC estadounidense y el español tampoco sorprendieron, confirmando aquí el INE el dato adelantado de noviembre del 2,4% y elevándose el americano una décima hasta el 2,7%, según lo previsto.
Aquí, el Ibex se alejó del rally bursátil de diciembre, siendo el índice que más cayó en la semana, alejándose de los 12.000 puntos y terminando en los 11.752 enteros (-2,65%). Sin duda, Inditex penalizó la buena racha del selectivo ya que, a pesar de presentar unos resultados récords de ventas y beneficios, no alcanzaron las expectativas de los analistas, llegando a desplomarse un 6,54% el miércoles. Enagás también se quedó a la cola, perdiendo un 6,38% tras repartir el jueves su segundo dividendo del año. En el lado positivo destacó Grifols, que después de varias semanas con malas noticias, por fin subió un 8,39%, espoleada la cotizada por el acuerdo de refinanciación.
En el exterior, Asia tomó protagonismo en las últimas cinco jornadas. La falta de acuerdos concretos en China sobre los planes de estímulos impuso las ventas en los principales índices asiáticos, aunque consiguiendo salvar la semana tras ganar un 1,02% el Nikkei japonés y un 0,49% el Hang Seng chino. Movimientos mínimos en los principales índices europeos y leves caídas en los americanos, a pesar de superar el Nasdaq los 20.000 puntos el miércoles por primera vez en su historia.
En los mercados de renta fija, el Tesoro colocó el martes letras a 3 y 9 meses en la última subasta del año, bajando la rentabilidad al 2,57% en el tramo más corto y al 2,36% en el más largo. Por su parte, el bono español a 10 años terminó en el 2,92% (17 pipos más) y el alemán en el 2,25%. En los de crudo, subida del barril de Brent hasta los 74 dólares tras el recorte de la demanda de petróleo por parte de la OPEP y la inestabilidad en Oriente Medio. El fixing euro/dólar terminó en las 1,05 y el bitcoin continuó en el entorno de los 100.000 dólares.
Sin duda, la noticia más esperada ha sido la decisión del BCE de recortar por cuarta vez en el año los tipos de interés, dejando el precio del dinero en el 3% (0,25 puntos menos), cada vez más cerca del deseado (pero aún no alcanzado) tipo neutral. Esto permitiría a la entidad europea dejar atrás las políticas restrictivas en 2025, aunque como sentenció Lagarde, todavía “es un debate prematuro”.