Una semana más -y ya van muchas- la “guerra comercial” entre Estados Unidos y China y sobretodo la salida de la Unión Europea de Reino Unido, mantuvieron en vilo a los inversores que parecen seguir decantándose porque ambos frentes podían haber entrado en vías de solución o al menos estar próximos a un pacto de mínimos que evite tanto la guerra arancelaria como un Brexit caótico.

Estos acuerdos ya venían descontándolos las bolsas desde hace dos meses y de hecho el Ibex ha cerrado en verde 8 de las últimas 9 semanas. Esta última el selectivo recuperó un 1´08% y partirá el lunes desde los 9.430 puntos, máximos de 6 meses, acumulando en el actual ejercicio un avance del 10´43%, avance que se consigue en un entorno político económico extremadamente complejo, lo que le da más mérito.

Mejor aún se comportaron la mayoría de plazas foráneas, con subidas en algunos casos cercanas al 2% y superiores incluso a este porcentaje en Londres (+2´50%). Esto ha permitido al Eurostoxx un saldo anual ciertamente jugoso: +20´77%.

Volviendo al parqué madrileño, la cara y cruz del Ibex la ofrecieron dos valores de mediana capitalización, Viscofan y Cellnex. Los excelentes resultados que presentó la compañía navarra, dispararon su precio un 17´66%, mientras el castigo más severo lo sufría la operadora de telecomunicaciones Cellnex, que hacía un alto en su espectacular rally alcista y se dejaba estas últimas cinco sesiones un 5´20%.

Diferencias insignificantes en los mercados de deuda y divisas. En los primeros, la rentabilidad del bono a diez años terminó el viernes en el 0´25%, con la prima de riesgo en los 62 puntos básicos; mientras en los segundos, el fixing euro/dólar se mantuvo anclado desde el jueves anterior en las 1´11 unidades, nivel que finalmente perdió el viernes. Más movimientos en los de crudo, repuntando el barril de Brent hasta los 61 dólares.

A partir de mañana publicarán sus cuentas las empresas con más peso en el parqué. El miércoles lo harán Iberdrola y Santander y el jueves BBVA y Repsol. Las perspectivas en este terreno son favorables y aunque lógicamente alguna cotizada decepcionará con sus números, el grueso de analistas se muestran optimistas al respecto.

El jueves presidió su último Consejo del BCE, Mario Draghi, manteniendo sin cambios su política monetaria. Draghi accedió al cargo hace ocho años, en un momento completamente crítico para Europa, con buena parte de la periferia al borde del colapso financiero. Ha tenido que “lidiar” con la peor crisis económica de los últimos 60 años y lo ha hecho aplicando unas políticas monetarias muy agresivas, políticas que aunque han tenido muchos detractores, han salvado de la quiebra no solo a buena parte del sector financiero, si no muy probablemente a más de un estado… eso sí a costa de una deuda descomunal. Descomunal.