Estando, como estamos, en pleno epicentro de esta maldita crisis derivada de la pandemia, ya empiezan muchos expertos a especular sobre si la salida futura de la misma será en una gráfica con forma de “U” o si lo hará, una vez toque suelo la actual situación y suponiendo que se consiga una reactivación sólida, dibujando una salida en “V”. De momento en lo que coinciden casi todos los analistas es en vaticinar para este mismo año, una contracción del PIB superior al 15%, una tasa de desempleo por encima del 23% y el déficit y la deuda completamente “desbocados”. Además, para superar esta dificilísima situación, es obvio que vamos a necesitar el apoyo de Bruselas y no parece que esta ayuda -caso de conseguirse finalmente- vaya a ser en los términos que pretendía el Gobierno, estando España muy probablemente abocada a pedir un rescate financiero en toda regla, lo que aparejaría un condicionado muy severo.
Esta semana, el Ibex se dejó otro 3´81%, lastrado no solo por esas pésimas perspectivas, si no también, por las fuertes tensiones que registraron los mercados de deuda y crudo. En estos últimos el Brent marcó el miércoles mínimos de los últimos 23 años, cayendo hasta los 15 dólares el barril (llegó a superar en 2012 los 120 dólares); mientras en los primeros, el bono nacional se fue hasta él 0´94% con la prima de riesgo disparada hasta los 141 enteros, 14 más que siete días antes.
En este clima de tensión, el Tesoro colocó una emisión sindicada de deuda a 10 años por un importe de 15.000 millones y adjudicó casi 3.000 en Letras a 3 y 9 meses, teniendo en el caso de estas últimas que hacerlo a tipos de interés positivos, algo que no sucedía en este plazo desde 2015.
El Ibex fue otra vez la plaza más castigada de nuestro entorno y tras las caídas de estas últimas cinco jornadas, arrancará el lunes desde los 6.613 puntos. El valor con mayor capitalización de la bolsa española, Inditex, fue uno de los más penalizados, dejándose la textil gallega un 10%. Mala semana también para Mapfre (-8´46%) y Sabadell (-10´46%). La nota positiva vino de la mano de dos de los valores con menos peso, Ence y Viscofan, que ganaron respectivamente un 5´30% y 8´30%.
A partir de mañana comenzarán a llegar al parqué los resultados empresariales correspondientes al primer trimestre. Aunque aún no reflejarán el impacto de la crisis en toda su intensidad, ya podrán darnos alguna pista de cómo acabará por afectar a sus números el coronavirus. Obviamente, los efectos no serán iguales y habrá sectores mucho más perjudicados que otros. Todos estaremos obligados a reinventarnos. Viene un tiempo nuevo. Completamente nuevo… y por tanto, desconocido.