Como descontaban ya los inversores, el “tapering” ha llegado. En la reunión mensual de la Fed de esta semana, el Comité Federal de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC) acordó un recorte de 15.000 millones de dólares al mes a partir de finales de noviembre, de los que corresponderían 10.000 millones en compras de valores del Tesoro y los 5.000 restantes en valores respaldados por hipotecas.
El programa de compra que comenzó en marzo de 2020 ha inyectado 120.000 millones de dólares mensuales (acumulando más de 8´5 billones de dólares en la actualidad).
Esta reducción de compras es ahora posible por el avance en el proceso de vacunación y la mejora global de la economía.
Esta retirada no comprometería el principal objetivo de la Fed de conseguir pleno empleo y la estabilidad de precios en el 2%, y de hecho su Presidente Jerome Powell dice “estar preparado para ajustar el ritmo de las compras si lo justifican los cambios en las perspectivas económicas”.
Desde la Fed también reconocen que la inflación actual es muy alta, pero creen que muchos de los factores que lo han provocado serán transitorios, por lo que, mientras la inflación este en estos niveles y hasta que no se alcance el pleno empleo, descartan una subida de los tipos de interés (actualmente están situados entre el 0 y el 0´25%). Aún así, aunque las estimaciones iniciales adelantaban una subida de tipos en 2023, esperan que finalmente se realice en 2022.
En relación al pleno empleo, esperan conseguirlo el año que viene, tras conocerse una tasa de paro en septiembre del 4´8% (4 décimas por debajo de lo previsto). También avisaron que no les preocupa el aumento de los salarios, ya que creen que esta subida esté provocada por la falta de suministros y no por un ajuste del mercado laboral.
A diferencia de las novedades de la Fed, aquí, Christine Lagarde, Presidenta del BCE, aseguró que seguirá empleando el programa de compras antipandemia para garantizar la financiación de empresas y Estados y no será hasta su reunión de diciembre cuando decidirá si continua o no con las compras de deuda. En relación a la inflación, afirmó que ve muy improbable el alza de tipos en 2022, ya que el nivel de precios actuales es claramente coyuntural y la primavera del próximo año la inflación debería rondar otra vez el 2%. Ese es el escenario más realista que ahora barajan todos los expertos.
Pilar Bardají Pavón
(Bardaji&Asociados)