Tras la invasión rusa en Ucrania y después de una brusca caída de los principales índices, las bolsas recuperaron niveles previos al conflicto, espoleados por la hasta ahora ingente inyección de liquidez de los bancos centrales, la elevada inflación que obliga a los inversores a buscar ganancias en la renta variable ante las pocas opciones en la fija y por el liderazgo que ejerce Wall Street sobre el resto de plazas en cuanto a “marcar tendencia”.

Estos factores empiezan a perder fuerza, comenzando los inversores a tomar medidas de precaución: la FED retirará la compra de bonos el próximo mes y el BCE lo hará en junio; los beneficios empresariales empiezan a revisarse a la baja; poco a poco los niveles de soporte de Dow Jones y S&P están siendo perforados… todo ello hace que la cautela se imponga en la toma de decisiones, yéndose el dinero a otros mercados.

Este sentimiento es el que se ha impuesto esta semana en la mayoría de los índices mundiales, registrando descensos superiores al 1% tanto en Europa como en Estados Unidos. Una de las pocas excepciones a los números rojos fue el Ibex, que logró anotarse una meritoria subida del 1´21% apoyado en el sector eléctrico y renovable, destacando Iberdrola cuyos títulos se dispararon un 9´09%. En el lado negativo BBVA se llevó la peor parte, al caer un 7´50% lastrado el banco vasco por el reparto de dividendo que ha llevado a cabo esta semana por importe de 0´023 euros/acción.

La publicación de las actas de la Fed, anunciando que en mayo comenzará el “tapering” y una posible subida de tipos más agresiva de la esperada (50 p.b. frente a los 25 iniciales) tuvo una consecuencia casi inmediata en la rentabilidad del bono americano, que cerró el viernes en el 2´69% muy lejos del 2´38% de hace siete días. Como era de esperar, aquí también hubo repunte, terminando nuestras obligaciones a 10 años en el 1´69% (en octubre esta tasa estaba en el 0´35%).

En el mercado de divisas, el euro sigue perdiendo fuerza en su cambio con el dólar marcando fixing ambas monedas en las 1´08 unidades. Por su parte en los de crudo, el petróleo Brent, que el jueves llegó a perder los 100$/barril, terminó en los 101.

Son momentos muy complicados para los ahorradores: la renta variable da cierto respeto, la fija todavía no ha encontrado techo a su subida, e invertir en ella puede ser hasta más peligroso que hacerlo en la variable, la inflación está cerca del 10%, el temor a que las economías más débiles acaben entrando en recesión… por ello lo mejor es ser muy prudentes, muy selectivos y estar muy encima de nuestras carteras. En dos palabras, mucha cautela.