Correctivo generalizado en todos los mercados bursátiles, lastrados por un empeoramiento de la coyuntura económica mundial que tuvo también sus efectos negativos en la renta fija. Después de marcar la semana anterior máximos de tres años, los inversores deshicieron de forma decidida posiciones en las cinco últimas jornadas, iniciándose una salida de papel saldada finalmente con recortes que en algunas plazas superaron incluso el 3%.
A un mero ajuste técnico, habría que añadir el temor a que las subidas de tipos de interés por los bancos centrales se prolongasen en los próximos meses. En esta línea, JPMorgan en su alertó en su último informe que el banco de Inglaterra podría elevar sus tipos oficiales hasta un preocupante 7% y, además, la Fed en sus últimas actas se inclinaba por mantener a medio plazo una política monetaria severa.
Tampoco ayudaron a mejorar sensaciones otros datos macro como el ISM manufacturero estadounidense -posiblemente el índice más fiable para predecir recesiones- que se situó por debajo del umbral de 50 puntos o la producción industrial en Alemania, que registró en junio una inesperada contracción (-0,2% frente al +0,3% del pasado mes).
El Ibex, que el viernes anterior había cerrado en puertas de los 9.600 enteros, cayó hasta los 9.248, retrocediendo un 3,59%. Valores relacionados con el sector de renovables fueron los más castigados ante el temor de un endurecimiento en su regulación y así, Enagás, Acciona y su filial Acciona Energía, se dejaron respectivamente un 11,14%, 11,07% y 8,55%.
Entre las pocas noticias favorables que llegaron del parqué, mención especial al buen comportamiento para la banca de mediana capitalización, destacando las subidas del 6,22% y 3,56% que se anotaron Sabadell y Bankinter, respectivamente.
Tensión en los mercados de deuda. La rentabilidad del bono español a 10 años se disparó hasta el 3´67%, 29 pipos más que siete días antes. Esta fuerte subida se reflejó de inmediato en los mercados primarios, colocando el Tesoro el martes más de 5.000 millones en letras a 6 y 12 meses, haciéndolo en ambos casos a tipos de interés máximos desde 2011, y el jueves otros 7.000 en bonos y obligaciones a distintos plazos, ofreciendo un interés que en el caso del 10 años superó el 3´55%.
Si los mercados bursátiles y los de deuda registraron fuertes oscilaciones, las cosas se desarrollaron mucho más planas en los de divisas y en los de materias primas. En estos últimos, el oro volvió a chocar con la barrera de los 2.000 dólares la onza mientras en los primeros, las dos principales divisas mundiales marcaron fixing en las 1´09 unidades.
Semana negativa que inicia un semestre muy intenso. La primera cita será con las urnas. Una cita crucial.