A todos los carnavaleros nos gusta disfrutar de las murgas en el teatro y después buscarlas por los bares para poderlas escuchar otra vez. Pero no todos somos conscientes del trabajo que conlleva sacar una murga. Los ensayos, el sacar letras, el disfraz, música son cosas que pueden llegar a desgastar.
Por eso estos chavales decidieron parar un poco y disfrutar del Carnaval desde la tranquilidad. Han pertenecido a una de las murgas que más seguidores ha tenido en nuestra ciudad, Los Murallitas. Pero ahora prefieren tomar la calle. Saben de la exigencia que requiere el concurso y ellos prefieren disfrutar en las calles.
Ya hace dos años que lo hacen y este año se le suman alguna murga más. Otras más veteranas ya lo hacían. Quieren crear la cultura de la murga en la calle, del disfrutar cerquita de la gente y poder cantar en cualquier rincón de la ciudad donde haya gente que quiera escucharles.