Ahora que tenemos tan cerquita ya la llegada del Carnaval comienzan los nervios y las premuras. Estamos todavía recuperándonos de las Navidades y disfrutando de los regalos de Reyes, y disfraces y ritmos carnavaleros se mezclan en nuestras casas. Aunque hay quien nos lleva ventaja porque su concurso comienza antes que el nuestro. Cádiz ya disfruta en sus calles y en su teatro del trabajo de tantas agrupaciones que tienen como anhelo volver otro año más a pisar sus tablas.
Los nervios, las risas, los momentos de maquillaje, de esta peluca ¿es tuya o es mía?. Afinar guitarras y bombo y caja mientras los compañeros tararean bajito las letras que después resonarán en el teatro y que todos después cantaremos en nuestras casas.
Todo eso Lo pude vivir gracias a unas personas “divinas” que me permitieron compartir con ellos esos momentos de nervios. Gracias a la Chirigota del Canijo y a mi niño Jesús por dejarme disfrutar con ellos de este veneno del Carnaval.
