Carnavalero desde la cuna, así podríamos definir a Germán Rendón. Uno de los autores de comparsa gaditanos que está ayudando a revolucionar la modalidad gracias a su sello propio.

No hemos tenido que irnos muy lejos para poder disfrutar de él y de su grupo. El viernes pasado tuvo lugar, un año más, la Noche Carnavalera de Olivenza y hasta allí nos desplazamos para escucharle y conocer un poquito mejor a este carnavalero.

Cuando llegamos a la actuación Germán se encuentra con el resto de su grupo ensayando y calentando voces. La actuación está a punto de comenzar y buscamos un rinconcito desde donde poder disfrutar de ella. Como toda actuación de verano el ratito se pasa volando. El grupo canta algún pasodoble inédito e intenta hacer participe al público de su actuación. Los hacen levantarse y cantar con ellos y eso el público lo agradece.

Al terminar la actuación Germán atiende a todos los aficionados que se acercan para hacerse una foto con él, y no son pocos precisamente. Prueba de que ya es toda una figura reconocible de esta fiesta.

Ya más tranquilo después de la actuación, y aún con el tipo puesto, charlamos un ratito con él.

Dar la Murga: Germán, ¿de donde viene tu afición por el Carnaval?

Germán Rendón: Pues prácticamente toda la vida. Es difícil decir un momento, sobre todo, cuando además se tienen familiares implicados indirectamente en la fiesta y la ves desde pequeñito. Además mis padres ya me cantaban tanquillos y cuplecitos estando en la cuna. (Risas) A cualquiera de mi grupo les ocurre lo mismo que han vivido la fiesta desde bien temprano. Incluso hemos salido en infantiles y así se va haciendo cantera. Cádiz y Carnaval van prácticamente de la mano.

D.L.M.: ¿Cuántos años llevas saliendo en Carnaval?

G.R.: Creo que el año que viene hará 18 años. Desde los 14, e incluso, ha habido años que he doblado. Entonces es como si hubiese salido veintipico porque de ensayos me he comido el doble (risas).

D.L.M.: Si es difícil acudir a unos ensayos, doblar en un año y modalidades diferentes ¿cómo se hace?

G.R.: Es muy complicado. Cuando mi comparsa comenzó a crecer y necesitaba de mi presencia más seguido tuve que desistir porque era imposible compatibilizarlo. Y aunque he pasado grandes años con la Chirigota del Canijo las épocas de ensayo eran terroríficas para mi.

D.L.M.: ¿Por qué la comparsa?

G.R.: En realidad debuté en chirigotas en infantiles, aunque solo estuve un año, y luego me fui a la comparsa. Hasta que no salí con la chirigota del Canijo no volví a cantar chirigotas.

D.L.M.: ¿Y por que te decidiste entonces por la comparsa?

G.R.: Hombre, sobre todo es pasión y es donde yo mejor me muevo, quizás también por su corte más crítico. Depende también del tipo de chirigotas, las hay también muy satíricas, pero considero que la comparsa es más comprometida. Y un mejor altavoz mucho más potente para lo que yo quiero contar.

D.L.M.: Aunque prefieras la comparsa, se te veía muy cómodo en tu época de chirigotero.

G.R.: Cómodo sí. Estaba con gente a la que quiero mucho y eso hace que estés cómodo. Pero el registro interpretativo no era el mismo. Mi fuerte siempre ha sido cantar, otros tienen el papel del humor, y en la chirigota no es lo mismo. Y eso que la chirigota del Canijo siempre se ha caracterizado por cantar muy bien, pero yo no me movía igual.

D.L.M.: Pero en esta actuación también haces tú humor, interactuais con el público.

G.R.: Es algo más improvisado, pero nos gusta interactuar con el público y hacerlo más dinámico. Nos gustaría modernizar un poco la modalidad y acabar creando un show que haga la actuación más entretenida.

D.L.M.: Antes de ser autor en tus años de comparsista estuviste con la agrupación que os acompaña hoy (comparsa de J.C. Aragón), ¿qué recuerdos guardas de esos años?

G.R.: Los recuerdos son bonitos. En mi primer año nos llevamos un primer premio con Araka la Kana, era muy joven, tenía 21 años. Pasamos grandes momentos y otros no tan buenos. En aquellos años en la comparsa de Juan Carlos había mucho movimiento de componentes y eso no crea comodidad en el grupo. Conocí mucha gente y eso me sirvió, pero crea inestabilidad.

D.L.M.: Imagino que tú apuestas por estabilidad en tu comparsa.

G.R.: Sí, aunque yo no puedo asegurarla. Mi intención es tener estabilidad y no mover componentes. Me encantaría que el año que viene cuando se levantasen las cortinas estuviésemos los mismos 15 de este año, pero no puedo asegurarlo.

D.L.M.: El nombre de la comparsa, ¿ya es algo indispensable en este grupo?

G.R.: Por supuesto, aunque estuvimos a punto de quitarlo. Lo valoramos en frío y vimos que es algo que nos diferencia y nos vuelve únicos. Y eso en un año como éste que volvía mucha gente importante era algo importante. Manifiesta una filosofía diferente y el OBDC se relaciona con un tipo de comparsa y eso es algo muy importante, es como un sello.

D.L.M.: ¿Este es el primer año que venís con la comparsa?

G.R.: Sí, con OBDC, sí. Hemos estado en varias ciudades. En Badajoz vinimos con la Chirigota del Canijo e hicimos doble pase porque había mucha demanda. Eso la primera vez que visitas un sitio es muy bonito.

D.L.M.: ¿Dónde se inspira Germán?

G.R.: Pues la verdad que en cualquier sitio, pero, sobre todo, en soledad. En la noche o en la playa. La verdad que cualquier rincón de Cádiz es bueno para inspirarse.

D.L.M.: Habéis anunciado ya el nombre para el año que viene OBDC La última flor. Se puede saber a que obedece la última flor?

G.R.: Es una apuesta. Un intento también de línea continuista, sobre todo en el estilo. Todavía estamos liados con el boceto y la parte estética, no lo tenemos claro. Este año hemos cambiado a un estilo más maduro, menos juvenil que otros años. Quizás sea un salto a comparsa más convencional en ese aspecto, aunque siempre manteniendo nuestro sello.

Y eso es lo que tiene esta comparsa: sello propio impreso por este gaditano comprometido con su ciudad y con el Carnaval. Seguro que el trabajo duro y constante tiene pronto su premio. Por lo pronto ya tiene el cariño del público que acude a escucharlos a sus actuaciones