El día del maestro.
Nos acercamos a la festividad de San José de Calasanz, en el que celebraremos el día del maestro. No olvidamos que el magis-ter (más) está llamado a ejercer su magisterio como un minis-ter (menos), o sea como un ministerio. Saber para ser y servir…un horizonte de bien interno para una profesión que es fundamental en nuestra sociedad actual: “Dime cómo enseñas y te diré qué maestro eres”… “no se trata de llenar un recipiente sino de encender un fuego”. Felicidades a todos los maestros. Y yo no puedo dejar de acordarme del texto joanneo donde presenta a Jesús como el verdadero maestro, en la última cena, cuando se dispone a lavar los pies a sus discípulos, oficio del esclavo-siervo más inferior de la casa: “Ma llamáis el maestro y el señor y decís bien, porque lo soy. Pues si yo el maestro y el señor os he lavado los pies, haced vosotros lo mismo” (Jn13).
En esta festividad quiero traer a colación una reflexión -lectura creyente- que hacía en la despedida de un profesor de la unvirsidad.
POR SU OBRAS… LOS CONOCERÉIS
(Al profesor universitario que ultima su labor)
Alguna vez te he visto revestido con el traje litúrgico académico en los grandes acontecimientos de la universidad de Extremadura. En tu rostro veía tu historia y tu corazón ensanchado y lleno de nombres de personas, lugares, acontecimientos. En realidad somos lo que vivimos y lo que nos relacionamos. Por eso ahora cuando el sol toma la belleza del atardecer en tu vida académica, de un atardecer que seguro que será largo porque se da en tiempo de verano, cuando la cosecha está en la era y hay que pasarle el trillo, es ahora cuando te ha de gustar abrirte a la contemplación de lo vivido, siempre convencido de que “caminante no hay camino se hace camino al andar”.
Yo compañero y hermano
Yo como compañero y hermano en tu fe, la fe que compartimos, te hablo desde el corazón y de cómo yo te he conocido y reconocido. Para ello me uno a ti, en tu oración, para dar gracias por tu vida y tu persona. Para ello recojo en esta mañana textos evangélicos que me recuerdan tu hacer y ser:
Al hilo del Evangelio del único maestro
TU JUICIO
”No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá”.
Doy gracias a Dios Padre, porque nunca me he sentido juzgado por ti, ni te he oído juicios negativos sobre nadie. Qué bueno cuando la comunidad universitaria no se estructura desde los prejuicios y hace honor a su búsqueda de la verdad por caminos abiertos y fraternos.
TU GENEROSIDAD
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá… Por eso, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas.”
Siempre que te he pedido, que te he llamado y te he buscado, he recibido, me has contestado y te he encontrado. Además que he sentido que con mucha familiaridad me has pedido, me has llamado y me has buscado. Por eso me has dado la riqueza de la fraternidad, donde no hay ni haber ni debe, sino comunión y bienes compartidos. Qué bueno cuando la universidad haciendo honor a los que es se hace verdadera “com-munio”, entiende el saber como servicio y no olvida su bien interno a favor de las personas y la sociedad, consciente de que “una universidad que no sirve, no sirve para nada”
TU APERTURA
“Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. “
En lo que te he conocido nunca te has conformado con lo fácil y lo cómodo, en tu horizonte no ha estado la seguridad y el embudo de lo ancho para ti y lo estrecho para los demás. Tu embudo ha sido siempre ancho especialmente para los demás. Se te podrá acusar de poco exigente pero no de poco generoso. Gracias. La universidad que se cierra no es universal y se contradice en su propia realidad, es necesario abrirse a todas las “versiones” para construir la “unidad”, nunca la uniformidad de la ideología y el adoctrinamiento, no es otra cosa la “uni-versidad”
TUS COMPAÑEROS Y DISCÍPULOS
“Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos.”
Tus frutos… yo te conozco por alguno de ellos. Me recuerdas a Pedro Casaldáliga cuando habla del juicio final y cuando se encuentre con Dios Padre y le pregunte: ¿Has amado mucho? Comenta que abrirá su corazón y lo mostrará lleno de nombres. Tus frutos son los hombres que caben en tu corazón porque les has dado lugar en tu vida y en tus sentimientos. Ese es tu mejor currículum, y en ese sentido soy un pobre testigo de que es incalculable, mucho más que todas las condecoraciones que se pueden poner en tu vestido universitario de gala. La universidad es un mundo de relaciones esa es su esencia y su identidad, somos lo que nos relacionamos, y la universidad es el lugar del encuentro del verdadero ecumenismo de saberes, ideales y utopías, sentimientos y futuro común.
TU FUNDAMENTO Y SER
“ Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca. “
Y ahora cuando llega ese atardecer, que será tan bello, como rica ha sido tu vida, no te romperás porque tú has sido como el hombre sabio que ha edificado sobre la roca de la verdad, la alegría, la vida, la cercanía, la relación…y te seguirá faltando tiempo para seguir viviendo y queriendo. Y la universidad no podrá olvidarte porque en ti va parte de ella y en ella queda parte de ti. Tú no has pasado por la universidad, sino que eres universitario y eso no se deja de ser ni siquiera en la muerte, por donde entrarás como desde una última lección aprendida – la del sentido de la vida- , al aula de la vida eterna y al laboratorio del amor sin medida. Gracias¡
José Moreno Losada