Sí quiero, con la gracia de Dios
Hoy, querido Quico Orán, resonará en toda la creación un sentimiento que sale de lo más profundo de ti y que será pronunciado con sencillez y humildad en la solemnidad de tu celebración sacerdotal en la catedral de Badajoz, ante nuestro arzobispo Celso, una gran representación del presbiterio diocesano, así como una asamblea de fieles y religiosos: “SÍ QUIERO, CON LA GRACIA DE DIOS”.
Yo me uno desde otras celebraciones, recordando aquél día en que mi grito, unido al de seis compañeros, se oyó con temor y temblor en la capilla del seminario, hace casi treinta y seis años. Hoy tu persona me ayuda a renovarlo con tu candidez y tu deseo limpio y transparente.
Me ha alegrado poder leer tus expresiones en el semanario “Iglesia en Camino”, muchas de tus frases las quiero suscribir literalmente y unirme a tus mejores sentimientos y aspiraciones:
– Como sacerdote, lo que más me preocupará es que aquellos a los que me toque servir, se acerquen a Dios…
– En el fondo todo se resume en que tendré que entregarme totalmente, allí a donde vaya.
– Me gustaría ser capaz de poner el acento donde Dios me lo pida, no hacer lo que yo quiera, sino saber escuchar y dejarme llevar por el Espíritu. Querría saber dar respuesta a cualquier necesidad que haya por donde pase.
– Simplemente sembrar y ya está, confiar en que Dios da el crecimiento y que ya los recogerá quien le corresponda
– De los sacerdotes, el pueblo, espera tenerlos al alcance, que no les pongamos trabas, que nos paremos y escuchemos.
Quiero renovarme…
Siento tu frescura y tu ánimo, recuerdo cuando te conocí dando tus primeros pasos en el instituto de ciencias religiosas, cuando compaginabas tu inquietud por conocer el misterio de la vida, de lo humano y de Dios, con tu trabajo de fontanero desde la Albuera, cuando en tu más plena juventud, ya comenzabas a sentir el cosquilleo de que había algo en la vida por lo que merecía la pena entregarse. Ahora das un paso más, de modo solemne y eclesial, y nos sentimos afortunados todos en el presbiterio y, lo que es más importante, en toda la iglesia diocesana y en la sociedad. Tú eres un signo de lo humano, de lo fraterno, de la entrega, de la sencillez de una juventud que cuando “va por el campo y encuentra un tesoro verdadero, por la alegría que le da, va vende todo lo que tiene y lo compra, dándole todo lo que es y siente para poder gozarlo y compartirlo con todos, especialmente con los más pobres y necesitados”. Del pueblo vienes y al pueblo vas como hombre de Dios, que Jesús de Nazaret esté siempre vivo en tu corazón.
Yo tomo tus palabras como signo y llamada del Padre y esta tarde en el silencio orante me dejaré interpelar por tu vida y tu persona, para renovarme como sacerdote, hoy junto a ti en la Eucaristía, en el Por Cristo, con El y en El…musitaré, con tu tono vital y tu ilusión recién estrenada: “Sí quiero, con la gracia de Dios”.
Para leer sus respuestas:
http://www.meridabadajoz.net/don-celso-ordenara-sacerdote-francisco-oran-este-sabado-la-catedral-badajoz/