CON SOLERA
Con solera… La marca era Rivas, se trata de un Hispano, Brandy jerezano. Lo he recibido como un regalo de solera y de vida. Ellos son de Villagarcía de la Torre, llevan sesenta años casados -hace diez que celebramos sus bodas de oro en nuestra parroquia de Guadalupe-. Pilar nació hace cincuenta y seis – según responde la esposa al marido al intentar averiguar el tiempo de la botella- y este brandy tiene la misma edad.
En la factura, que guarda celosamente, cuenta que costó 37 pesetas de aquél entonces, cuando un jornalero ganaba al día ocho o nueve pesetas. Hace muchos años alguien que pasó por su bar quiso darle quinientas pesetas por cada botella de este brandy que ocupaba el lugar más alto de la estantería del mostrador. Desde ese estante mostrador las botellas han visto pasar los años de este matrimonio maravilloso, la infancia y la juventud de sus hijas, las bodas, las comuniones… pero junto a ellos la vida del pueblo día a día, paso a paso, persona a persona, historia a historia, trago a trago, entierros, fiestas, celebraciones, bodas…
Esta botella es testigo y seña de su pueblo, de más de medio siglo, por eso no quiso venderlas, formaban parte de sus vidas. Han querido hacerme a mí depositario de una de ellas, me la entregaron con alegría y cariño, y yo la recibí con el signo de ser un agraciado, de sentirme como parte de su familia. Sé que ella, la botella, ha sido testigo de personas de mi familia, los hermanos de mis abuelos, que visitaban este bar: Ángel, Juan, Guillermo, Frasco, Manolo…todos los sartenes y otras ramas…Por eso la recibo como santo y señal, para beberla en momentos especiales, con personas especiales… cada trago será un brindis de vida y de fiesta por lo vivido, lo amado y por la esperanza de lo que dura y perdura cuando es auténtico.
Brandy auténtico como este matrimonio entregado, que más de una tarde se pasean y se hacen presente en el reducto sencillo de nuestra capilla de lo diario, en la parroquia de barrio pacense, para rezarle al Dios de buena solera, como el brandy que guardan como reliquia de toda una vida vivida y entregada. Gracias por este sacramental de vida y tradición.
José Moreno Losada