Adelgazar el “ego”
El psiquiatra Castilla del Pino decía que el hombre actual debía adelgazar su yo, ese sentido de la originalidad y singularidad de lo humano, para sentirse así más cosa del mundo. Al comenzar la cuaresma cristiana y su sentido de la vida, al meditar sobre ella entiendo que el evangelio me llama a adelgazar el ego para fortalecer el yo.
Es el ego el que se derrumba con la realidad de su contingencia, no somos los que sabemos, lo que podemos, ni siquiera lo que gozamos, somos los que amamos y queremos, complementados con lo amados y queridos que somos por los otros. El evangelio nos invita a fortalecer el verdadero yo sin disfrazarlo de ego, ahí está el reto entregar el ego para que el yo sea original y auténtico en el amor. Todo lo demás polvo es y en polvo se convertirá.
Fuera máscaras, menos prozac y más Platón… por una vida transparente y compartida.