Diálogo interreligioso en los colorines: Fatima, Nadia y Siham.
Gracias Lolo
Hace unos días hemos celebrado un encuentro ecuménico en Gévora entre cristianos de distintas confesiones, me alegraba por lo que tiene que ver con mi responsabilidad de la delegación de ecumenismo. Pero desde el miércoles he disfrutado mucho , viajando con Lolo el cura del Gurugú, de la parroquia de la Asunción. Hemos ido a Madrid para cuestiones de los movimientos de Acción Católica especializada de la que somos consiliarios, estudiantes y profesionales respectivamente. En el camino he sentido mucha alegría al ver cómo el diálogo interreligioso se hace a pie de barrio, en taller de mujeres sencillas, en el barrio de los colorines y cómo lo celebraba, con un corazón agradecido y contento, el cura de ese barrio. Si hace días, lloraba de dolor porque al llegar al a parroquia la encontró destrozada por robo y violencia sin sentido, hoy el corazón le ardía alegre por este signo de amor y de fraternidad en la mesa compartida, en la que él veía al Señor Resucitado, en esas mujeres musulmanas que partían el pan – de sus dulces- hechos con sus propias manos en esta comunidad de lo humano y lo digno, dándose a conocer desde el compartir. Por eso comparto con vosotros parte de una reflexión que él, Lolo Matos, ha compartido con su comunidad cristiana y de barrio:
Excedentes de plátanos…
Llevo varios miércoles sin poder subir a la parroquia a primera hora de la mañana. Al llegar hoy ya estaban allí los voluntarios de Cáritas con el reparto semanal de alimentos. Hoy la novedad son los plátanos. Alguna empresa tendría excedentes y allí que nos han llevado dos palés para repartirlos. Para que se les estropeen a ellos en almacén, que se les estropeen a otros. Plátanos “pa todo quisqui”. Allí está Maricarmen, Ana, Juanma, José y Maxi, que los coordina, acogiendo con la mayor dignidad y respeto a las 34 familias, de las 180 que acompañamos, que hoy les toca recoger alimentos.
El taller de Colorines
Hoy también tenemos el Taller de Mujeres en el local de Colorines: voy a llevarles plátanos. La coordinadora del proyecto las está animando para participar en la excursión que está programada para la semana que viene. Mayte pinta una cómoda, Gema está enmarcando una foto de su hijo, varias están preparando una pancarta para la excursión… y Fátima, Nadia y Siham llegan cargadas de bolsas. Han preparado unos dulces típicos musulmanes para compartirlos con las compañeras del taller. ¡Qué bueno que hoy pude subir! En los días anteriores al Ramadán se elaboran dulces para recibir esta fecha tan señalada para los musulmanes. Recuerdo que en Fuentes de León, cuando se aproxima la fiesta del Corpus, la calle huele a perrunillas, abizcochadas y comunes, según el gusto. A mi me gustaban más las comunes, pero de todas me llevaban antes de comenzar las fiestas. Fátima, Nadia y Siham también han querido hacernos partícipes de estos días tan importantes que se acercan para ellas. Y como suele ocurrir siempre, no hay mejor manera de compartir y celebrar que sentarnos en la misma mesa.
Los dulces los traen elaborados, el té lo preparan en la cocina del local mientras yo aprovecho para charlar a solas con ellas sobre sus costumbres y prácticas religiosas. La expresión de sus rostros al hablar me envuelve; no hablan de rutina, ni de cumplir unas normas; transmiten algo mucho más grande. Antes de tomar el té nos explican lo que han elaborado y hablamos sobre el Ramadán y lo que significa el ayuno durante este mes. Yo les cuento que el miércoles de ceniza me invitaron a hacer una celebración de la imposición de la ceniza en el colegio de la Asunción para los chicos que se apuntaron voluntarios. Entre ellos había dos que eran de religión musulmana que querían participar en la celebración para conocer nuestra costumbre, y a la hora de hablar sobre el ayuno les pedí que nos contaran porqué ayunan ellos en el mes de Ramadán: “para darnos cuenta de lo que tenemos y agradecerlo, y para acordarnos de los que no tienen y compartir con ellos”, dijo el chico de doce años. De esto mismo nos hablaron Fatima, Nadia y Siham. El ayuno del Ramadán, ejercicio para el cuerpo y el espíritu, sólo se exige a quien es capaz de cumplirlo, nos insiste Nadia. ¿Cómo explicarían muchos cristianos lo que significa el ayuno más allá de una costumbre? Qué rico el té y los dulces. Recuerdo el Evangelio que nos dice:“yo he venido al mundo como luz, y el que cree en mí no quedará en tinieblas”,¡Cuantos nombres, cuanta luz recibida hoy!
“Entre lo divino y lo humano, pero sin fronteras entre lo uno y lo otro, va deambulando mi vida de cada día, como la de todos. Me muevo como ciudadano de a pie en la ciudad secular, como hermano en medio del mundo y como oveja-pastor en el ámbito eclesial, y no soy más que puro intento de una identidad en estos caminos de lo humano y de lo divino. Abro este blog con el deseo de seguir siendo encuentro y, ojalá, para abrir los ojos, con todos vosotros, a lo trascendente y lo inmanente de nuestra historia cotidiana."
Pepe Moreno Losada, nacido en Granja de Torrehermosa en 1958, ahora –ya mayor- sacerdote en Badajoz y profesor en la Facultad de Educación de la Universidad de Extremadura.