MEDIO AMBIENTE NO QUIERE ENTERARSE DE LA PÉSIMA SITUACIÓN DE LAS RIBERAS DEL JERTE
*Ni Ayuntamiento ni Confederación quieren saber nada del abandono que presenta.
*Solamente hay que dar una vuelta por el Paseo Fluvial y observar la dejadez.
Salimos del Babor y Estribor de guardia e iniciamos una singladura por el Rio Jerte, y comprobamos el deterioro y dejadez en que se encuentra este noble e histórico Cauce, que abraza a la Capital placentina y la regala este hídrico recurso. Nos han hecho llegar múltiples denuncias y quejas, muchas de ellas de paseantes asiduos por sus orillas, así como de propietarios de huertas y familiares de la antigua Hermandad de Labradores; también de Asociaciones Culturales y Patrimonio.
Todos coinciden en las mismas reclamaciones. Antes esto no ocurría ¿por qué?. Pues muy sencillo, nos dejaban, dicen los propietarios linderos de las riberas, sanear, limpiar, drenar, acondicionar y retirar toda esa acumulación de restos de árboles caídos que cruzados en el rio producen retenciones e inundaciones en sus riberas y daños a sus infraestructuras de riego.
Desde que se terminó la construcción de la presa de abastecimientos (Presa del Jerte) para la Capital placentina, nos encontramos con dos tratamientos distintos del Rio Jerte; aguas arriba y aguas abajo de la presa.
Evidentemente la presa de abastecimiento cumple su doble función: Abastecimiento del líquido elemento a la ciudad y regulación de las avenidas de agua; ambas funciones necesarias y muy beneficiosas.
¿Pero qué ocurre en el rio aguas arriba? La naturaleza por si misma limpia malezas con las crecidas invernales, pero por otro lado, con su comportamiento natural invade las riberas llenándolas de arbustos, matorrales, y se retienen materiales áridos, haciendo pequeñas represas y modificando con ello el cauce y consiguientemente produciendo inundaciones fuera de él.
Hace años, los propietarios linderos, limpiaban y acondicionaban los cauces retirando todos estos materiales y restos arbóreos que cerraban el cauce consiguiendo con ello reducir los efectos.
Qué ocurre aguas abajo de la presa?, lo mismo que aguas arriba pero con el agravante que existen tres o cuatro pesqueras y ya no hay crecidas con avenidas de agua importante para limpiar el cauce, y un canal de riego que transcurre por la margen derecha.
Con el anterior apoyo humano desinteresado y entendido, se podía mantener controlado el crecimiento natural de toda la vegetación de ribera.
Pero nos encontramos que, desde que se creó la Autoridad denominada de “Medio Ambiente” e Instituciones como las Confederaciones Hidrográficas, en nuestro caso, tienen competencias transferidas el Gobierno de Extremadura y como Órgano autónomo, la Confederación Hidrográfica del Tajo, Empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento; también tienen competencias delegadas los Ayuntamientos. Por tanto, con tanta Autoridad competente en la toma de decisiones sobre ríos y cuencas, la realidad es el abandono y dejadez de todas. El resultado, una auténtica calamidad.
Qué está pasando entonces con tanto responsable con competencia exclusiva como son las de Medio Ambiente (Autonómica y Local) y de la Confederación Hidrográfica.Pues se lo digo en “roman paladino” para que se entienda, unas por otras la casa sin barrer.
A los propietarios ribereños no los dejan hacer nada de nada, bajo la sombra de sanciones.La Autoridad local, el Alcalde, pasándole la responsabilidad a la Confederación, y mientras tanto la vegetación sigue creciendo y creciendo, salvajemente, sin que nadie haga nada.
Análisis aparte merece el estado en que están quedando las pesqueras y los daños que está sufriendo el Puente Nuevo (construido hace 500 años):
Las pesqueras, que son azudes construidos, en el caso de Plasencia en su más remota historia, servían para suministrar agua a la rica vega a través del canal de riego por diferencia de nivel y a los molinos ubicados a lo largo del cauce a su paso por la ciudad.
Estas pesqueras están actualmente abandonadas, dejando crecer en su misma estructura de contención, árboles y arbustos que están abriendo grietas importantes y que acabarán rompiéndolas, sin que ni Ayuntamiento ni Confederación estén haciendo nada para evitarlo; aunque los ciudadanos lo están denunciando y las Asociaciones defensoras del Patrimonio también.
Es la incompetencia, dejadez, abandono de lo público con que está actuando el Alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, pasando la pelota a la Confederación Hidrográfica, en vez de actuar como un Alcalde responsable y defensor del interés ciudadano, y exigiendo con rigor y autoridad a la Confederación Hidrográficao Ministerio de Fomento, solucionar este importantísimo problema medioambiental que afecta a su Ciudad.
Finalmente queremos denunciar también semejantes daños que está sufriendo el histórico Puente Nuevo, sus sillares y cimientos se encuentran en pésimo estado. Cuando ocurra algo desagradable, verán como nadie se responsabiliza y alegarán desconocimiento.
Dicho está y esperemos ver soluciones.