LA SEQUÍA DEL RÍO JERTE DURANTE El VERANO PASADO.
Lo que parecía imposible a todos los habitantes del “Valle de Plasencia”, se ha hecho realidad en el verano de 2015. La poca pluviometría de la Primavera, junto con la escasa nieve acumulada en las Sierras que coronan el Valle durante el Invierno, han llevado a cabo la amenaza de “Un río Jerte seco”, entre el Pantano y Navaconcejo.
La sequía también ha afectado a los abastecimientos de agua potable a todos los pueblos vallenses. Un Valle eminentemente turístico no puede dejar que se repita esta anomalía, existiendo la posibilidad de no permitir escapar la abundancia de agua que ha tenido siempre.
Es verdad que en los últimos 25 años ha habido factores determinantes que han podido afectar a que el consumo del líquido elemento se haya disparado. También es cierto que no podemos perder el desarrollo económico que el cultivo del cerezo está dando a este rico Valle. Ese desarrollo extensivo de este cultivo conlleva un aumento de consumo de agua, que está muy racionada dado el entubamiento que llega hacia todas las fincas productivas, al contar con riego por goteo.
La industria transformadora, ubicada en pleno valle ecológico, puede ser una de las grandes consumidoras de esta agua. La verdad es que esta industria debería haber sido trasladada a uno de los polígonos industriales de la cercana Plasencia, para evitar tanto el consumo como los vertidos, dejando en Valdastilla el gran centro receptor de todas las cooperativas que conforman esta gran industria.
Otras fuentes consultadas en los distintos pueblos, nos dicen que el reciente colector abierto que recoge las aguas residuales de algunos pueblos para llevarlas a la Estación depuradora de Plasencia, ha restado caudal al rio que en su recorrido la iba depurando de manera natural.
Los grupos ecologistas también apuntan al aumento de consumo de los numerosos chalets de recreo que existen a lo largo del valle, aunque consideramos que el consumo de estos no es lo suficientemente abundante para que el rio pierda su caudal biológico mínimo.
También apuntan a las piscinas naturales construidas últimamente en los pueblos, aunque pensamos que estas retenciones no afectan al cauce, dado que lo único que hacen es parar el agua inicialmente a su llenado y luego dejar correr su cauce.
La verdad es que todos estos factores analizados anteriormente, y no ordenados y controlados por la administración o administraciones correspondientes, pueden hacer deficitario a nuestro río.
Como medida preventiva para no romper el desarrollo de este valle en su elemento esencial y potenciador, que es el turismo, se debería poner en marcha pequeñas obras de almacenamiento, >, en lo alto de ambas sierras que conforman el valle.
Con estas pequeñas represas construidas en las partes altas de las Gargantas de los Infiernos, San Martin, Becedas, los Papuos, etc.etc. se podría retener el agua que, posteriormente y de forma regulada, se devolvería a su cauce con un posible aprovechamiento hidroeléctrico para beneficio de los propios pueblos.
Estas represas en lo alto de la sierra, no afectarían a la población truchera y fauna piscícola en general.
Esta solución está siendo demandada, desde hace tiempo, por localidades como Tornavacas, Jerte, Cabezuela y Navaconcejo principalmente; no afecta al Medio Ambiente, mantiene la flora y fauna de las sierras y provee de caudal ecológico fijo al Río Jerte durante los meses estivales, Julio y Agosto sobre todo.
Todos los Ayuntamientos del Valle de Plasencia, y el de la propia Ciudad, deberían aprobar, con el apoyo también dela Juntade Extremadura y Plataformas ciudadanas, una moción dirigida al Ministerio de Fomento, para instar el inicio de los estudios pertinentes, y su posterior realización, de la construcción de estas represas, que puedan solucionar la permanencia del cauce ecológico del Río Jerte y el mayor beneficio de todo su Valle.