MANIPULACIÓN DEL MOVIMIENTO ASOCIATIVO DE PLASENCIA
Es manifiesto el nerviosismo que está demostrando el Alcalde de Plasencia, en cuanto a dos Asociaciones del Centro de la Ciudad: La de Comerciantes y la de Vecinos, por el simple hecho de reunirse para establecer una estrategia en común, dado el grave problema del centro en cuanto al comercio, habitabilidad, accesibilidad, aparcamientos, etc.etc.
Está claro que a las dos les afecta el deterioro progresivo que está sufriendo el centro de la Capital placentina en estos últimos ocho años coincidentes con el gobierno de F. Pizarro García. Efectivamente estas dos legislaturas se han caracterizado por la falta de iniciativas que reactiven y hagan del centro lo que siempre fue. Nada de esto se ha hecho, sino que poco a poco han ido cerrando comercios de toda la vida y también se ha notado la evasión de los vecinos a otros Distritos de la Ciudad.
Todo ello a nuestro entender se ha debido a dos factores: El primero, a la extensa peatonalización que hacen imposible la movilidad fácil y cómoda de los ciudadanos. El segundo, el traslado del Botellón del Berrocal que afectaba a los residentes de las inmediaciones del Berrocal y trasladarlo al casco histórico donde afecta también a residentes y turismo, en vez de trasladarlo a un espacio aislado de zona residencial.
Todo ello ha contribuido al cierre de comercios y a la baja de residentes con el consiguiente estado de abandono de sus casas al no poderlas vender, porque nadie quiere vivir con las molestias del ruido.
Ante esta realidad palpable para muchos placentinos, el Alcalde ha hecho caso omiso a las quejas y propuestas que le han hecho ambas asociaciones. El centro de Plasencia se muere. No es un centro vivo como lo fue desde la fundación de la Ciudad. Se apaga y a ello sigue sin impulsar en nada el Ayuntamiento.
Piensa el Alcalde, que como contrapartida hay mas turismo. Todo lo contrario. El turismo también ha bajado en el último año y cuando ve calles vacías el turismo no pasea y se queda en el Hotel. Solo tienen que pasear durante los meses de Otoño e Invierno, al cierre del comercio no queda nadie en Plaza Mayor y alrededores. Los propios vecinos bajan las bolsas de basuras a sus contendores con ciertas precauciones.
Los fines de semana pasa un poco lo contario, es decir la convivencia vecinal se ve afectada al llenarse las calles de la movida por centenares de personas bebiendo alcohol en la calle y otras cosas….No hay convivencia cuando se conculca el derecho de los residentes al descanso, además se incumple la ley de Medio Ambiente por contaminación acústica. En definitiva, los comerciantes tienen que cerrar por dificultad de movilidad al centro y los residentes tienen que irse a vivir a otro Distrito por el ruido insoportable.
Con todo ello estamos haciendo un casco histórico muerto y a ello nos ha llevado las medidas y encabezonamiento municipal. No quieren escuchar.
De ahí, el nerviosismo del Alcalde y su autoritarismo palpable al cerrarse al dialogo necesario y democrático con las asociaciones representativas de la sociedad civil del centro y que no se dejan manipular para servir al interés del político.
Está acostumbrado a tener manipuladas la mayoría de las asociaciones de toda índole para que le sirvan a sus aspiraciones políticas. La verdad es que le ha ido bien al tener subyugadas por las subvenciones municipales y su consiguiente manipulación. Solo hay que oír y analizar sus declaraciones públicas alabando aquellas que le son dóciles y atienden a su interés. No admite discrepancia a sus postulados. Hay que hacer lo que él quiere y eso no es democrático.