Una de las personas más conocidas que hicieron aquí el servicio militar obligatorio fue Felipe González, que estuvo cuatro meses como alférez en Cáceres, contando varios de sus compañeros que le tenían que invitar en la cantina porque andaba algo escaso de recursos, aunque alguno indica que tenía un viejo descapotable.
Aquí conoció Felipe González a Enrique Moya Domínguez, al Cabo Moya, un hombre popular y peculiar que hasta hizo de Don Tancredo en las plazas de toros antes de meterse a militar. Nacido en Málaga, llegó a Cáceres en 1947 y en esta ciudad estuvo casi toda su vida, salvo unos años que fue destinado a Sidi Ifni. Cuando ya Felipe González fue presidente de España el Cabo Moya, ni corto ni perezoso, se presentó en el Palacio de La Moncloa, para pedirle que arreglara una injusticia que se quería cometer con un familiar. Según contó el Cabo Moya, los dos viejos compañeros del centro de instrucción CIR Cáceres se abrazaron y luego estuvieron hablando una hora y cuarto, preguntándole el presidente por el comandante Dueñas, al que estaba muy agradecido porque le pidió tres días de permiso y le dio ocho. Al poco tiempo del reencuentro Felipe González le mandó a Moya la foto que acompaña este texto, con la siguiente dedicatoria: «Al Cabo Moya, en recuerdo de los tiempos de Cáceres y de su visita a la Moncloa. Cordialmente… Felipe González».
Felipe González Márquez (Sevilla, 5 de marzo de 1942), secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde 1974 a 1997, fue presidente del Gobierno desde 1982 a 1996.

Felipe González en la mili.

Foto del Cabo Moya y Felipe González en la Moncloa, con la dedicatoria.