En el año 1979 hay cambio en la jefatura del centro de instrucción de Cáceres. Manuel Rodríguez de la Peña pasa a ser el nuevo coronel jefe del CIR, sustituyendo a Federico Acevedo Laborda que estuvo en este cargo dos años (1978 y 1979).
En la imagen superior, cedida por el Cefot, se puede ver al nuevo coronel pasando revista a los cientos de reclutas que van a participar en una de las juras de bandera de ese año. Es llamativo ver que para ganar tiempo el coronel pasaba revista montado en un jeep.
En las dos fotografías siguientes se ven dos imágenes de una jura de bandera. En la primea el teniente coronel Mata Vilches es quien toma juramento a los nuevos soldados, el oficial abanderado es el teniente Galindo.
En enero de 1979, el día 26, el entonces delegado de Cultura en Cáceres, Teófilo González Porras, ofreció una rueda de prensa para anunciar que el Estado enviaba una partida de 32 millones de pesetas para mejorar la infraestructura cultural de la provincia. La mayor parte del dinero era para conservar patrimonios artísticos de Coria, Valverde de la Vera y Guadalupe, pero 580.000 pesetas eran destinadas para que el CIR pudiera disponer de amplias bibliotecas y sala de proyecciones de cine.
En la fotografía de la noticia , se ve a Teófilo González con representantes de medios de comunicación, entre ellos se encuentran Pepe Higuero y Florencio Bañeza.
La implicación del CIR con la ciudad se demostraba con noticias como la del 17 de noviembre de 1979, en la que se señalaba que el ´Día del Familiar’ en el CIR estuvo dedicado a la tercera edad, visitando el Campamento personas que formaban parte de la Residencia-Hogar y del Pensionista de Cáceres. Junto con familiares de los reclutas, los pensionistas recorrieron las instalaciones, asistieron a ejercicios de tiro real y a un simulacro del acto de jura de bandera.
Periódicamente se informaba en la prensa regional de las juras de bandera y la repercusión que tenían en la ciudad. El 21 de agosto HOY informaba de una jura con 2.141 reclutas, llenando sus familiares los hoteles y pensiones de la ciudad. En el texto de la información se podía leer: “El acto, como todos los actos castrenses de este tipo, estuvo abrigado por el calor popular, asistiendo al mismo numerosos familiares y amigos de los reclutas, así como público en general que desde el día antes ocupó todas las plazas de hotel de la capital, teniendo muchos de los asistentes que pasar la noche en sus propios vehículos”.