“2.200 reclutas juraron bandera en el CIR número 3, dándose el caso curioso, y cada vez más habitual, de que algunos padres de estos chicos quisieron sumarse al acto, jurando también bandera en unión de sus hijos, lo que produjo la emotividad lógica en los que lo presenciaron“. Estas frases forman parte del texto de la noticia publicada en HOY el 8 de julio de 1980, sobre la cuarta jura de bandera que tuvo lugar ese año en Cáceres, en la que al periodista le llamó la atención que participaran civiles.
En 1980 se cumplía lo que anunció en 1978 el entonces coronel jefe del CIR, Federico Acevedo Laborda, cuando ante el rumor del cierre del Centro cacereño señaló a HOY, que se iba a reducir el tiempo de instrucción de los soldados, pero que eso iba a suponer que a esta ciudad vendrían más reclutas, ya que de cuatro llamamientos y juras de bandera al año, se pasaría a ocho.
En la quinta jura de este año, la del 15 de agosto, participaron 1.485 reclutas y 17 “paisanos”, entre ellos el periodista cacereño Enrique Baltar Ruiz. En este acto se impusieron dos cruces de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco, de primera clase, al comandante Victoriano Tamargo y al capitán Barroso Tello.
En la sexta jura de bandera, la del 5 de octubre, participaron 2.113 reclutas… más 13 padres.
La última jura se celebró un día peculiar, el 30 de diciembre. La noticia del diario HOY, señalaba: “Según hemos podido enterarnos, el celebrar este acto en un día laborable se debe a que las autoridades militares han querido adelantar la fecha para que los reclutas puedan pasar el Fin de Año con sus familiares, detalle que estos muchachos han agradecido profundamente a las autoridades castrenses. Deseamos a todos los nuevos soldados un feliz viaje a sus lugares de origen y un próspero 1981“.