En el año 1993 el Gobierno Militar de la provincia calculó que el que Cáceres tuviera un Centro de Instrucción de Reclutas le suponía a la ciudad unos ingresos de 150 millones de pesetas cada año, cantidad que traducida en euros significa 900.000 euros anuales.
El Campamento Santa Ana era como una ciudad que tenía una media de 2.500 habitantes, de los que gran parte de ellos iban cambiando después de varias semanas, pero un grupo de los miembros de la población no cambiaba; esos eran los mandos. Gracias al Cefot (antiguo CIR) de Cáceres, podemos mostrar en esta entrada del blog la fotografía de los mandos que en 1993 estaban destinados en la Unidad de Servicios.
Gran parte del dinero que dejaba el CIR en la ciudad procedía de los alimentos que compraba. La cocina del CIR es la que daba de comer diariamente a más personas de la provincia de Cáceres, pasando sobradamente de las comidas que daban los hospitales, prisiones, centros de enseñanza y restaurantes. La cocina estaba preparada para dar de comer a 3.000 personas al día. Ver cómo se organizaban cocineros y pinches era digno de estudio, y por eso se producían visitas como la del 21 de septiembre de 1993, de alumnos de ayudantes de cocina preparados por el Instituto Nacional de Empleo.

Recorte de la noticia del Diario HOY de alumnos de ayudante de cocina visitando las instalaciones del CIR.
En la siguiente imagen vemos a reclutas que este año de 1993 fueron alimentados en el Campamento Santa Ana.