En el año 1995 el Centro de Instrucción de Reclutas de Cáceres hizo balance de sus ya 30 años de existencia. Se ofreció el dato de que en todo ese tiempo habían pasado por el Campamento Santa Ana y por el Cuartel Infanta Isabel de Cáceres un total de 323.129 hombres, de los que 12.806 eran extremeños; es decir, que el porcentaje de jóvenes extremeños era sólo de un 3’96 por ciento.
En 1995 hubo cuatro juras de Bandera en Cáceres, la más numerosa fue la de enero en la que participaron 2.340 reclutas. La siguiente imagen fue tomada en la que tuvo lugar el domingo 9 de julio en donde se comprobó como cada vez eran más los civiles que querían participar con los soldados en el acto castrense. Si ese día juraron la Bandera 2.006 reclutas, luego lo hicieron 74 civiles.
En este acto militar se concedieron condecoraciones al mérito militar a las siguientes personas: al coronel Pedro Ramírez Verdún (anterior coronel jefe del CIR), al comandante José Pérez Hermoso, al teniente coronel Antonio Domínguez Valor, al sargento primero Germán Bonilla, y al cabo primero Jesús Hernández Camisón.
Unos 12.000 espectadores acudieron a la Jura del 8 de octubre de 1995 en la que participaron 1.787 reclutas y 81 civiles. Durante el acto María Teresa Gijón Fernández, madre de uno de los soldados que juró la Bandera, recibió un ramo de flores en representación de todas las madres.
Buscando que los miles de jóvenes que acudían a Cáceres de todos los puntos de España conocieran mejor los valores culturales de Extremadura, a principios de este año, el 20 de enero de 1995, el entonces coronel jefe del CIR y gobernador militar de Cáceres, Pedro Ramírez Verdún, firmó un convenio con el consejero de Cultura y Patrimonio, Antonio Ventura Díaz. La Consejería ponía a disposición del Centro de Instrucción toda su infraestructura cultural. Entregó fondos bibliográficos, entre ellos la Gran Enciclopedía de Extremadura. La Institución Cultural El Brocense, de la Diputación de Cáceres, también donó libros al CIR este mismo año.
El coronel Ramírez Verdún indicó que en el CIR Centro residían de manera constante 2.800 personas entre militares destinados en Cáceres y reclutas. “Del último reemplazo – comentó el coronel en la rueda de prensa -, de 1.700 hombres, 200 tenían un nivel cultural muy bajo y tuvieron que realizar el graduado escolar, pero 600 eran titulados universitarios. Estas personas necesitan, por tanto, satisfacer sus inquietudes culturales“.
El consejero de Cultura y Patrimonio, Antonio Ventura, destacó que cada año llegaban a Cáceres una media de 12.000 jóvenes y que no podían desaprovechar la oportunidad de enseñarles la riqueza cultural de Extremadura. Señaló que muchos eran hijos de emigrantes extremeños.