“Se seguirán mejorando las instalaciones del CIR de Cáceres. Para el Ejército es una obsesión mejorar su infraestructura porque es el primer enfrentamiento del joven con la vida militar. Si las instalaciones están medianamente decentes, el impacto es menor para él. Estamos procurando que esté lo más cómodo posible, aunque nunca estará como en casa, eso no lo vamos a negar“, comentaba en Cáceres, el 28 de agosto de 1996, el teniente general Vicente Cervera García, capitán general de la región militar Centro.
España estaba dividida en seis regiones militares, además de las zonas militares de las Islas Baleares y Las Canarias. Ceuta y Melilla dependían de la región militar Sur. La región militar Centro la componía Extremadura, Madrid, Segovia, Toledo, Ávila, Guadalajara, Cuenca y Ciudad Real. El teniente general Cervera acudió a finales de agosto a Cáceres para despedirse de las autoridades ya que al mes siguiente pasaba a la reserva activa. Gaditano abierto, al que le gustaba hablar claro, dijo que él era partidario del ejército profesional, “el servicio militar obligatorio es muy cortito -señaló -. Son nueve meses que con dos de instrucción y uno de permiso, se queda prácticamente en seis meses“. Vicente Cervera fallecería dos años después, el 26 de julio de 1998 en Madrid.
Otro mando del Ejército de Tierra que pasó en 1996 a la reserva activa fue el coronel Julio Evaristo Pacheco. Tenía el mando de la Comandancia Militar de Cáceres, entregándolo el 20 de noviembre de 1996 al coronel Daniel Oliver, que a su vez era el jefe del CIR. Al frente de la Comandancia Militar estaba el coronel más antiguo. Natural de Cuenca, Julio Evaristo Pacheco aseguró que se marchaba con cierta pena, “cuando vine a Cáceres me encontré muy a gusto y dije: ‘ de aquí no me voy hasta que me echen’, y hoy me echa la edad. Yo ya he cumplido“.
El coronel Pacheco firma la entrega de la Comandancia mientras le mira su sucesor, el coronel Oliver.
Se hacían arreglos en el Campamento Santa Ana, pero también en la sede de la Comandancia Militar, en el palacio de las Cigüeñas. El 6 de julio de 1996 se inauguró la remodelación que se había hecho en este edificio del siglo XV, con la ayuda de 90.000 euros que habían sido cedidos por la Caja de Ahorros de Extremadura. Si en un principio ese dinero iba a ser destinado para hacer un museo de armas, al final se utilizó para acomodar tres zonas del Palacio de las Cigüeñas para fines culturales: Uno era el patio interior del edificio, otro una sala de exposiciones, y el tercero una sala de recuerdos del Regimiento Argel número 27, que estuvo en Cácedres desde 1935 a 1965.
Las siguientes fotografías fueron tomadas por Múñez en la inaguración de la remodelación del Palacio. En la última, se ve en el centro, junto al alcalde Saponi, al famoso Cabo Moya, personaje al que dedicamos una entrada en la sección ‘anécdotas de la mili‘ por su relación con Felipe González, cuando el que llegó a ser presidente del Gobierno de España hizo la mili en Cáceres.