En la jura de bandera del 19 de febrero del año 2000 se vivió un momento de especial emoción cuando el coronel jefe del CIMOV, Vicente Gonzalvo, entregó a la madre del cabo primero Juan Blas García Redondo, la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo, concedida a título póstumo a su hijo.
Juan Blas García, que había comenzado su carrera militar en el CIMOV de Cáceres, había fallecido a finales de enero de 1999 en los Pirineos, en unas prácticas militares que estaba haciendo con la sección de Montaña a la que pertenecía. Estaba destinado en el cuartel de Alzoáin, a pocos kilómetros de Pamplona. El cabo primero pasó por una sima (cavidad profunda en la tierra) que estaba cubierta por la nieve. El suelo cedió a sus pies y se precipitó en el vacío, a una profundidad de 170 metros. Era natural de Miajadas y un mes antes de su muerte había estado en el CIMOV cacereño presenciando la jura de bandera de su hermano pequeño que estaba haciendo el servicio militar.
En la jura de bandera en la que entregaron la medalla a la madre del cabo Blas García, participaron 1.118 soldados profesionales, además de 9 civiles. Se entregó un diploma al alumno que había obtenido el número uno: Juan J. Pascual García.
En la jura de bandera del 18 de marzo del 2000, llamó la atención que junto a los 890 militares de reemplazo, juraron bandera 28 alumnos y 8 profesores del centro de educación especial PROA de Cáceres.
La siguiente imagen fue tomada el 27 de septiembre del 2000, con motivo de la bienvenida que realizó el Ayuntamiento a representantes de nuevos soldados que se habían incorporado al CIMOV. Les recibió el entonces teniente de alcalde Teodoro Casado y el concejal Raimundo Holgado.
A finales de octubre fue noticia en los medios de comunicación de Extremadura que se había condenado a un exsoldado que había comprado por menos de 5.000 pesetas (30 euros) un uniforme robado a un teniente. Se supo que en las navidades del año 1999, entre el 23 de diciembre de 1999 y el 4 de enero del 2000, un individuo o varios habían forzado varias taquillas de personal militar de CIMOV de Cáceres y habían robado varias prendas de vestir valoradas en 300.000 pesetas (1.800 euros). Una de las prendas robadas era un uniforme completo de paseo que pertenecía a un teniente de Artillería destinado en el CIMOV. El uniforme tenía camisa blanca, corbata negra y un ceñidor de gala. Este uniforme fue encontrado en poder de un joven de 22 años, exsoldado. Declaró que él no había robado el uniforme pero sí había pagado por el mismo menos de 5.000 pesetas. Fue condenado a seis meses de prisión por cometer un delito de receptación, comprar algo sabiendo que es robado.
La siguiente imagen es de la entrada del CIMOV en el año 2000.
Las siguientes tres imágenes fueron tomadas en la fiesta de la Inmaculada, el 8 de diciembre del 2000.