Desde principios de los años noventa fueron miles los reclutas los que dieron su sangre para salvar vidas en Extremadura. No sólo hacían extracciones a beneficio de la Hermandad de Donantes de Cáceres, también acudía al Campamento Santa Ana la Hermandad de Donantes de Badajoz. En junio de 1993, por ejemplo, se informaba en el Diario HOY de que 178 reclutas habían donado sangre para el Hospital Infanta Cristina de Badajoz, señalando que la Hermandad de Donantes de Sangre pacense solía acudir al Centro de Instrucción cacereño en cada incorporación de reclutas. En septiembre de 1993, fueron 191 los reclutas que regalaron sangre a Badajoz, y el 2 de diciembre de ese mismo año fueron 120 las extracciones de sangre que se hicieron en el CIR, lo que significaba 48 litros de sangre de los que disponía el Hospital de Badajoz, que es el que más operaciones hacía de Extremadura.
El 3 de septiembre de 1993 el Diario HOY ofrecía un reportaje sobre la generosidad de los reclutas del CIR. La Hermandad de Donantes de Sangre San Pedro de Alcántara de Cáceres, que entonces presidía Felipe Sarró Lara, había llegado a un acuerdo con los mandos del CIR para que cada jueves acudieran al Hospital 10 reclutas voluntarios para regalar vida. Además, dos veces al año se hacían extracciones masivas en las instalaciones militares.
El 11 de agosto de 1993 la periodista Mar Arias entrevistaba en el Diario HOY a Jesús Domínguez Cuesta, que entonces llevaba 14 años presidiendo Alcer Cáceres (Asociación para la Lucha Contras las Enfermedades Renales) y hablaba de la importancia del CIR para cambiar la mentalidad de los jóvenes sobre la donación de órganos y de sangre. “Hace 14 años le dabas a alguien un folleto para que donara sangre y te tomaban por loco; hoy en día la gente joven se hace donante“, afirmaba. Por esa fecha Jesús Domínguez había donado sangre 85 veces. Sobre la donación de órganos, al preguntarle por nuevas campañas de mentalización, respondía: “Alcer Cáceres ha contactado con el CIR. El coronel y todo su equipo se ha puesto a nuestra total disposición. Esto para nosotros es muy importante porque supone una enorme fuente de donantes“. En 1993 en la provincia de Cáceres había 110 enfermos renales esperando un trasplante de riñón.