El artículo de más abajo lo redacté para la publicación de AENOR, invitado por Mónica Barroso, a la cual se lo agradezco. Muchas gracias.
Ha sido publicado en el número de Octubre con una excelente maquetación. Aquí os lo dejo.
Si leemos los artículos de los dos últimos años sobre la situación económica en las diversas regiones españolas, encontraremos sin lugar a dudas tres palabras claves que se repiten en todos y cada uno de esos artículos, crisis, exportación e innovación. Extremadura no es diferente al resto de las regiones, y su coyuntura actual viene explicada en un alto grado por la crisis, y su futuro tienes los mismos componentes, el sector exterior y la innovación.
Se a escrito y se sigue escribiendo tanto sobre la crisis que nos afecta, que el haber encabezado estas palabras con cualquier otro título plomizo sobre la misma, me hubiera parecido como poco repetitivo y resignado.
El futuro que Extremadura se encuentra a la vista, es ciertamente apasionante; a pesar de que la crisis en la región llega con una serie de agravantes que trataré de ir sintetizando.
La tasa de desempleo en Extremadura experimentó un rápido crecimiento en los primeros momentos de la crisis, motivado por lo que pudiéramos denominar un “desempleo sobrevenido”. Mano de obra ocupada en el sector de la construcción en otras regiones y que figuraba en ellas como población ocupada, regresó a la región como mano de obra desempleada. De ahí que en esos primeros años, aumentara de manera más rápida el desempleo, y permaneciendo prácticamente igual la tasa de actividad en la región.
En la actualidad Extremadura presenta una de las mayores tasas de desempleo del país, en el entorno del 23%, y con una perspectiva de incremento en el corto plazo y estancamiento en el medio plazo.
La realidad nos dice que sectores como el turismo y la industria, que presenta leves crecimientos en este año (0,9 y 0,6 respectivamente), se han mostrado insuficientes para absorber la perdida de actividad del sector de la construcción, con caídas del 4,1 en el presente ejercicio y del 6,2 en el pasado año.
La tasa de actividad se encuentra estancada y el peso de la absorción de población ocupada en el sector público ( en el entorno de 30%) no solamente la limita, sino que en un corto plazo contribuya además al incremento de la tasa de desempleo por la finalización de diversos programas puestos en marcha en la legislatura anterior y por los ajustes que deben de tomarse en la propia administración.
La crisis encuentra a Extremadura a medio camino de dos vías de desarrollo fundamentales y estructurales para la misma, la realización de grandes infraestructuras de transporte y comunicación y la ejecución de importantísimas inversiones en el terreno energético.
Es posible que con la crisis los retrasos en ambos sectores, pudieran encontrar una explicación en el sentido de la carencia de financiación, pero lo cierto es que ambas se encontraban ya estancadas al comienzo de la crisis, por una falta de determinación política que le otorgara el carácter ( tal y como queda patente en estos tiempos) de prioritarias e irrenunciables. La realización de infraestructuras necesaria para evitar que la situación de estar situada en una esquina del mercado europeo, no se convierta en estar situada en un rincón.
La realización en importantes inversiones en la producción de energía no ya para absorber la mano de obra en la ejecución de las mismas, sino para salvar el gran handicap de toda la economía del país, como es la absoluta dependencia energética y convertirse ademas en una región exportadora neta de energía.
No todo va a ser negativo, en este breve repaso de los agravantes que confieren unas características particulares y un punto de partida diferente a la región.
La parte positiva en esta coyuntura la aportan el sector agro-ganadero, el cual se ve en cierto grado aliviado al coincidir el comienzo de la crisis con una bajada en el precio de las materias primas y que consigue ademas mantener niveles de demanda externa muy similares a los de los años precedentes. Junto a este sector, el modelo de sociedad rural, que permite en cierta medida el poder soportar una tasa de desempleo tan elevada.
Con estos antecedentes, no es de extrañar que los dos últimos trimestres, Extremadura haya incrementando su diferencial económico con el resto del país, en un sentido negativo. El sector de la construcción sigue contribuyendo negativamente con tasas que doblan la media nacional (-4.1). El crecimiento incipiente que se observa en el resto del continente, no ha llegado a la región, debido sobre todo a la alta tasa de paro, al recorte en los salarios de la administración ( con un peso muy elevado en la región, más de un 30%) y al volumen de población no activa que también ve mermada su capacidad adquisitiva.
La demanda externa en la que tanto se están apoyando economías como la alemana, presenta un crecimiento importante, con un crecimiento elevado de las exportaciones y una disminución en las importaciones, a pesar de que las relativas a energía han presentado un importante crecimiento con fuertes importaciones de gas. Sin embargo las cifras del sector exterior en valor absoluto no son suficientes para compensar la caída de la demanda interna.
Si buceamos en la composición de las exportaciones nos encontramos que un 60% de las mismas lo componen los productos agroalimentario, noticia grata, pues dicho sector debe ser uno de los motores de dinamización, aunque con matices que más adelante referiremos.
Sin embargo si analizamos el sector exterior desde el punto de vista de los países de destino de nuestros productos, nos daremos cuenta de que puede ser una ” bomba de relojería”. El 56% de las exportaciones tiene como destino Portugal, país en una situación grave de insolvencia y sumido en una serie de fortísimos recortes. Su último anuncio, y que también afecta a la región, la suspensión del proyecto de construcción de la linea de AVE Madrid-Lisboa.
El resto de los destinos, se resumen en tres,Países bajos, Alemania y Francia. Es decir, apenas se va más allá de la zona euro.
A pesar de este panorama, el futuro se presenta apasionante, no hay nada mejor que conocer el punto partida real para identificar y planificar las metas que se quieren y se deben lograr.
La alternativa directa a la recuperación del mercado de trabajo, se encuentra precisamente en acometer las carencias estructurales que antes citábamos. El proyecto del AVE, la plataforma logística en la frontera con Portugal, el importante eje 16 y la puesta en marcha de los proyectos energéticos aprobados en ejercicios anteriores (un total de 68). Son iniciativas que pueden absorber la mano de obra que sectores como la industria no han sido capaces, y contribuyendo así a la mejora de la demanda interna.
Proyectos como el eje 16, no solamente contribuirán a la absorción de mano de obra en su fase de construcción de las infraestructuras necesarias, sino que generara nuevas oportunidades de negocio ante la apertura de los puertos portugueses que representa el citado proyecto.
En un primer momento la región deberá dirigir sus pasos a la captación de negocios dotacionales, derivados del Eje 16, pues las empresas productoras la región , se enfrentan a un problema de dimensión. Hay sectores que al amparo del fácil acceso a las subvenciones y al crédito, propiciaron la creación de pequeñas empresas, en lugar de buscar la creación de actores económicos con la dimensión suficiente para estar presente en mercados internacionales.
Dicho así, pudiera parecer un problema, pero el mercado de trabajo y el empresariado de la región tiene la preparación optima para cambiar ese enfoque, y para aprovechar las dificultades financieras de Portugal para ganar cuota de mercado en dicho país, tanto en el sector público como en el privado.
El otro polo de desarrollo en el que se debe de basar el futuro de la región es la investigación y la innovación.
Muchos pasos se han dado ya en este terreno y no en vano Extremadura cuenta con una red de centros de investigación, incluso en el terreno deportivo, que la convierten en un perfecto banco de pruebas y formación . Para ello se debe de conseguir explotar en mayor medida las capacidades de la Universidad, involucrando a las nuevas generaciones y reteniendo el talento que en la actualidad se exporta en gran número.
Hacer hincapié en la investigación y la innovación de sectores que siempre han ocupado un papel importante en la economía, como la ganadería y la agricultura. En las nuevas energías. En nuevos negocios como pueden ser los orientados a la demanda de la población mayor tan abundante en la región. En proyectos de colaboración y financiación publico – privada y que reduzcan en gran medida el otro problema estructural de la región que es la falta de masa crítica, que la hagan atractiva para atraer a las grandes inversiones ( es por esto que pensamos que muchas de las oportunidades futuras de la región puede que se encuentran más hacia Lisboa que hacia Madrid)
Extremadura a conseguido mantener un modelo de sostenibilidad de la sociedad rural, perfectamente exportable. Perfecto para atraer población no activa, ofreciendo servicios apropiados a su demanda y con una calidad de vida muy elevada.El handicap, la difusión.
No puede haber mercado exterior, si previamente no existe una adecuada difusión. Esto no es un problema particular de Extremadura, sino que afecta a otras regiones. La existencia de varios modelos fiscales en el conjunto del país, tampoco ayuda.
Extremadura debe de hacer un esfuerzo de comunicación de su modelo, un modelo de sostenibilidad, de energías alternativas, de una industria agroalimentaria puntera y referente a nivel mundial, de investigación e innovación en los sectores más tradicionales de vertebración entre dos país, de conservación de la naturaleza integrada en el tejido productivo, de mano de obra preparada para generar proyectos que no puedan estar afectados por la deslocalización. De un modelo de calidad de vida.