Lo siento, esto no va de fútbol; es más, si hoy hubiera sido un día normal, sin partido, estaríamos hablando de los niveles alcanzados por nuestra prima de riesgo y por nuestra deuda, máxime en la víspera de la emisión de 5.000 millones en letras, bonos y obligaciones.
Hace unos días me comentaba un amigo que no comprendía por qué se rescataba a la banca, pues el entendía que las pérdidas de los bancos venían a ser más o menos una cuestión contable.
A ver, más o menos puede ser como si uno tiene un negocio en el que vende de todo un poco, y se da cuenta de que uno de los productos es la estrella de las ventas. Se da tan bien, que decides dedicar la mayoría de tus recursos a comprar ese artículo. Y se sigue dando tan bien que te das cuenta que, si das tu dinero al fabricante, éste podrá producir más, y tu podrás vender más .
Pero aún así podías incrementar mucho más las ventas. ¿Cómo? Dando prestado a los compradores de ese producto. Y como ahora fías, te das cuenta que la caja está vacía. Pero no paras, pues a estas alturas ya has abierto una cadena de tiendas y tienes que pagar las nóminas y los alquileres. ¿Y qué haces? Pues pides prestado, mucho, porque te lo dan y, encima, a un tipo de interés real negativo.
Como garantía, pones tus bienes y las deudas comerciales que tienes a tu favor. Pero, en lugar de tomar ese dinero prestado, e invertirlo en otro negocio, por aquello de diversificar, decides ponerlo en tu negocio estrella.
Un día, nadie te da más crédito, los intereses se han multiplicado por tres. La caja sigue vacía, los clientes no compran más. A los clientes que fiaste, ya no te devuelven el dinero. Los fabricantes, como no venden, tampoco te pagan las deudas. Entre tanto, hay que pagar nóminas, alquileres, intereses. El valor de tus activos con los que avalaste tus prestamos se esfuma, y claro, a los que debes, te exigen la devolución de lo prestado.
Pero tranquilos, no pasa nada, España esta en Cuartos, y ahora voy yo, y le pido al Estado que me rescate, que soy el sector financiero indispensable para el tejido económico.
Y el Estado va, y me rescata… Ah, no, espera, que el Estado no tiene dinero, y decide por tanto solicitar a los mecanismos de rescate que lo hagan.
Estos aceptan, y para enviar el dinero, le dicen a los Estados que firmaron la constitución de dichos mecanismos que le aporten los fondos necesarios.
Los Estados, oído cocina, se ponen a emitir deuda pública para enviar la pasta.
Alguien tiene que comprar esa deuda, y quién mejor que los bancos… Un momento, un momento, pero ¿ No habíamos empezado por aquí?.
No pasa nada, para esto está el BCE, que se encargará de prestar dinero a los bancos para que compren esa deuda. Dinero que se imprimirá con la bendición de todos.
Parece que el círculo esta cerrado si es así. ¿Alguien piensa que hay algún motivo para que fluya el crédito? ¿Alguien se ha dado cuenta de que a lo que los políticos llaman ingresos, nosotros los llamamos impuestos?
¿Alguien quiere explicarles que los ingresos son los que pagan los impuestos y que, sin lo primero, no existe lo segundo?
Ya se lo decía al principio, la culpa es del sistema.