Este post lo redacté el domingo pasado. …
MOVER FICHA
La puesta en marcha de las nuevas medidas monetarias por parte de la Reserva Federal norteamericana, están generando verdaderos ríos de tinta.
Por resumir en este sentido, y no contribuir a la contaminación informativa tan abundante en estos tiempos de crisis; me gustaría simplemente recordar que la FED, tiene dos mandatos institucionales que difieren de los otorgados a nuestro Banco Central Europeo, y que también de manera diferente al de este, todavía respetan.
Dichos mandatos, son el control de la inflación y el desempleo con la búsqueda del crecimiento económico.
La FED, estaría a mi juicio tratando de conseguir un triple efecto, el principal y “público” de la reducción de los tipos de interés en sus tramos largos para incentivar la inversión en la economía productiva. El segundo, reducir el peso de la deuda pública americana en manos de los bancos (círculo vicioso?), reduciendo el precio de la misma y tratando de que las entidades regresen a su negocio tradicional del crédito. Y el tercero (y políticamente incorrecto) de un debilitamiento del dólar.
Esta última intencionalidad, no es la primera ni será la última de las políticas proteccionistas llevadas a cabo a lo largo y ancho del planeta. Casi se podría decir que el único consenso económico a nivel global es la necesidad de exportar, y este es un episodio más en la lucha en mercado de divisas.
Pero que se está haciendo a este respecto en Europa. Cada vez resulta más evidente la multilateralidad de los países miembros, con divergencias importantes entre países deficitarios y superavitarios, con medidas de protección e incentivación a la proución interior y la búsqueda de mercados individualmente.
Mientras tanto, la batalla esta entre eje Estados Unidos – China. Europa es demasiado pequeña, y el partido empieza a jugarse en los niveles de consumo en países como China, India y Brasil. La equiparación de los niveles de consumo de estos países, todavía esta muy alejada de los estándares occidentales, pero la brecha de la competitividad europea también es grande, por lo que no habría más tiempo de margen para tomar posiciones.
Si nos preguntamos que estamos haciendo en nuestro país, casi podríamos dejar de escribir en este momento…
A pesar de la gravedad de nuestra situación allá por mediados del mes de mayo, con el mercado de nuestra deuda soberana cerrado, y motivando la puesta en marcha de un fondo de rescate especial, más el acuerdo (no escrito) de colocación de nuevas emisiones necesarias para el presente ejercicio; nuestro país no ha mostrado ninguna iniciativa reseñable.
Me explico, las medidas de austeridad son un parche, la reforma laboral reducirá los costes laborales ( punta de iceberg del enterramiento de la cultura del bienestar) y nada más, y además afectará negativamente al crecimiento. Los precios inmobiliarios se siguen manteniendo artificialmente altos y deslocalizados de la demanda. No se ha tomado ninguna medida que actúe sobre el valor de la moneda y que afecta extraordinariamente a una competitividad que tradicionalmente ha sido de las más bajas de nuestro entorno.
Tenemos una grave dependencia exterior, a nivel de deuda ( el 4% del PIB ira destinado al pago de intereses), y a nivel energético, lo que disparará nuevamente el déficit exterior a medida que la actividad se incremente.
Puestos a mover ficha, a lo mejor el sector energético es una oportunidad, absorbe mano de obra, hay muchos proyectos de renovables paralizados, la eficiencia energética, apenas ha arrancado, y alguna moratoria tal vez debería ser reconsiderada.