A estas alturas, ya sabemos que España no va a ser rescatada…A menos de que no se encuentre una palabra para cambiar la apariencia del rescate. El miedo a que el Euro se rompa debido a que el 15% de su economía entre en quiebra “reconocida”, nos está salvando de que se apliquen en España las medidas de austeridad que conlleva un rescate…Bueno, pensándolo bien, podríamos decir que esas temidas medidas ya fueron tomadas en Consejo de Ministros el pasado día 13. Si a esto le unimos el dinero que hemos generosamente entregado a las entidades financiera sin exigirles ni tan siquiera acabar con el gran mal que atenaza a la economía española que es la ausencia de crédito; nos sitúa en que muy posiblemente esa primera inyección procedente de un “no-rescate” ya estuviera aquí.El debate sobre si son buenas o malas, si nos llevarán a la situación griega o no, lo ha resuelto rápidamente el FMI. Sí, el FMI, que lo sé, si lo hubiera dicho la liga de fútbol profesional hubiera sido más preocupante; porque oye, la influencia de cada uno llega donde llega…El FMI, en solo siete días, y con la mitad de su gente de vacaciones, ha llegado a la conclusión de que nuestra economía, con las nuevas medidas adoptadas, se va a comportar mucho peor de lo previsto hasta ahora. Se va a contraer más y más rápidamente. Uno se pregunta si realmente todos estos organismos están coordinados. A lo mejor, la pregunta debería ser ¿para qué están efectivamente coordinados?. El próximo lunes habrá una reunión económica entre gobierno americano y gobierno europeo para tratar sobre el problema del euro. Es decir de como evitamos el default de España sin llamarlo rescate, y ponemos a su disposición la ingente partida de dinero que precisa. Todo parece apuntar, que la preocupación que existe en las instituciones y países que aportan los fondos es garantiza que al menos la economía rescatada puede devolverles la deuda. Los pretendidos 65.000 millones de ahorro de las nuevas medidas de austeridad adoptadas no van a parar el camino descendente de nuestra economía, sino a garantizar el retorno a los prestamistas, nuevos y antiguos de sus aportaciones ( al menos eso es lo que erróneamente creen, o si no recuerden las quitas habidas en Grecia y anteriormente al otro lado del Atlántico). Error mayúsculo, pues sin economía real, no puede haber incremento de recaudación pública. La subida del IVA, después de la subida del IRPF, solo conducen a menos consumo, a menos inversión, a menos gasto, a menos empleo. No se puede asumir estas medidas sin paralelamente haber adoptado otras que atajen los grandes males de una economía quebrada; incentivando la creación de empleo y la entrada de capital extranjero con rebajas de irpf. Evitando también la fuga de capitales, humano y de recursos. Incentivando la generación de crédito, que algo de margen deben de tener las entidades financieras, cuando si, van a poner 8.000 millones para el fondo de rescate de las autonomías. Por cierto el dinero de rescate para las autonomías superará el solicitado por Portugal en su “rescate-intervención”. España necesita reformas estructurales para ser eficiente, pero que cada una sea asumida por cada miembro del sistema productivo. No se puede seguir dando apoyo al sistema financiero cuando este no se comporta como tal. Es inadmisible que los plazos se flexibilicen para los cumplimientos de entidades y estados y no para la economía de familias y pymes. La flexibilización de los plazos no supone un incremento de apalancamiento, sigue significando una pérdida de poder adquisitivo pero sin el estrangulamiento actual del consumo. Lo siguiente que veremos será la creación de un banco malo, este también lo vamos a pagar los de siempre.