En septiembre la deuda de crédito al consumo ha disminuido hasta un 5,5%, lo que sería positivo si no significara que las cantidades destinadas al ahorro, las familias las están destinando al mantenimiento de sus hogares. Debido al paro y la reducción de los salarios, y según el último informe del Observatorio del Ahorro, la mayoría de los españoles intentan ahorrar, no tanto de cara al futuro, sino para cubrir los imprevistos, su problema ¿Cómo elaborar un plan de ahorro?
Las difíciles circunstancias hacen que muchos españoles tiren la toalla, y consideren el proyecto de ahorrar una misión imposible. Pero sí lo es siguiendo unas pautas mínimas. Igual que podemos destinar cuatro o cinco euros diarios al tabaco, también podríamos destinar tres euros diarios al ahorro. Y si no fumamos, podríamos meter el importe de una copa en la hucha a la semana, y así ahorrar 20 euros al mes.
Para conseguir ahorrar, es imprescindible elaborar una estrategia, un plan de ahorro familiar, no sólo para hacer frente a cualquier adversidad en la unidad familiar que pudiera acontecer, sino también, como comentábamos en el post anterior, porque los ahorros pueden ser la base de nuestra futura jubilación de ahí la pregunta ¿Cómo elaborar un plan de ahorro?
Debemos empezar por analizar el estado de nuestra economía y la capacidad de respuesta ante posibles eventualidades. Si de este estudio deducimos que nuestra situación no es la más adecuada, tendremos que iniciar cuanto antes un plan de ahorro familiar para que nuestras cuentas se equilibren en la medida de lo posible.
Debemos comenzar a organizarlos mensualmente para llevar su control en una carpeta o similar y así poder establecer prioridades de gastos. Ir apuntando en una libreta todo lo que gastamos a lo largo del día también nos servirá para darnos cuenta de lo que gastamos sin apenas enterarnos.
El “busque, compare y si encuentra algo mejor cómprelo” obtiene en estos tiempos su máximo sentido. La comparación de ofertas, los descuentos, los cupones, los vales de gasolina pueden ser importantes ayudas en nuestra cesta de la compra mensual.
El ahorro en electricidad, agua, gas, teléfono, vehículo, ropa, reducción de gastos de ocio, etc, es posible sin que ello suponga una eliminación de las actividades que conlleva identificando los gastos superfluos. Una vez que sepamos qué es lo que estamos gastando de más, será como ponernos a dieta: seguiremos alimentándonos, pero podremos quitar de la comida las calorías innecesarias.
Tendremos que controlar el total de gastos e ingresos y, tras equilibrar las partidas, pensar en qué podemos recortar. Como en toda partida contable, la otra opción será intentar aumentar los ingresos para así encontrar excedentes que podamos destinar al plan de ahorro familiar.
Un plan de ahorro familiar recomienda, como ya hemos apuntado en alguna otra ocasión, que destinemos un 10% de nuestra economía al ahorro en planes de pensiones o de jubilación pero siempre pensando en el futuro. Para que la estrategia funcione, debemos pensar que el ahorro debe convertirse en “un gasto más” mensual de ineludible cumplimiento.
Todo plan, y más un plan de ahorro familiar, tiene que tener objetivos. Esos objetivos deberán ser pequeños y accesibles para que los pequeños éxitos nos den fuerzas para continuar con nuestro proyecto.
Este pensamiento debe ser la esencia de la economía doméstica en estos momentos de crisis cuando nos preguntemos:¿Como elaborar un plan de ahorro?