Cuando la crisis aprieta nos acordamos de esas vacaciones que hace años no tenemos, de ese coche que pensaste comprar en el 2008 y que aún sigue en el concesionario, y nos cuentan que la crisis está pasando y que “en 10 minutos tu dinero en la cuenta de manera rápida y sencilla. Barato y sin papeleos”. Y el cuerpo se nos pone en modo ” esto se está pasando, total por 50 euros al mes…” . Pero antes de tirarnos al barro, tendremos que hacernos dos preguntas básicas para no caer en las cinco mentiras de los préstamos rápidos:
Para qué queremos el dinero.
Cómo lo vamos a devolver.
Ese dinero extra para ocio o consumo no necesario nos permitirá gastarnos hoy la nómina de muchos meses futuros lo que disminuirá nuestra capacidad de pago. No olvides que vendrá el mes que tienes que pagar el seguro del coche, de vuelta al cole, de las Navidades etc.
La responsabilidad del pago es del solicitante así que no nos olvidemos que hemos firmado un contrato que incluye gastos e intereses, y que su incumplimiento nos lleva a pagar importantes comisiones en devolución de recibos, descubiertos y gastos de reclamación.
Olvidándonos que el crédito es el negocio de una entidad financiera. El coste final del bien comprado puede llegar en ocasiones a ser equivalente al del propio bien. Así que no te confundas, no es dinero efectivo adelantado, sino un préstamo en toda regla.
El coste final del incumplimiento siempre tiene intereses que superan ampliamente el 20% además del riesgo de ser incorporados a ficheros de impagados como Asnef y al Rai, lo que nos impedirá solicitar nuevos préstamos u obtener un crédito, e incluso cambiar de suministrador de telefonía, de electricidad etc, lo cual no dejará que ajustemos nuestros gastos con ofertas más ventajosas en servicios habituales de nuestra unidad familiar.
Siempre y cuando tengas en cuenta que, al ser operaciones de riesgo y venir normalmente “rebotados” de una entidad bancaria, el coste en intereses será casi escandaloso, prórrogas de un mes al 40%, e impagos que pueden superar el 250% TAE te harán pagar varias veces lo que has solicitado.
Así que no olvides que el coste de utilizar dinero a crédito es siempre el interés, más las comisiones, más los gastos y que, aunque nos cuenten que el interés nominal es bajo, tendremos que saber qué es y cuánto supone el TAE de la operación, así como si el tipo de interés es fijo o variable para hacernos una idea de cuánto puede llegar a costarnos.
NO te engañes, porque las cinco mentiras de los préstamos rápidos son ciertas, asi que no olvides que:
“Trabaja, ahorra y luego, gasta”. (Anónimo)