Si de algo nos hemos dado cuenta con la crisis es que no vale todo para rentabilizar el dinero que tenemos en los bancos, y que no estamos dispuestos a que estos lo utilicen de cualquier manera, para finalidades que les son rentables a ellos, pero cuyo fin a nosotros nos repugnaría si lo supiéramos con detalle, como la industria armamentística, en el juego o el alcohol, por ejemplo. De ahí cuando la ética guìa tu dinero: la Inversión Social Responsable
La mayoría de los ciudadanos queremos que los bancos realicen con nuestro dinero inversiones que incorporen valores éticos, sociales y medioambientales, exigiendo además que los réditos que obtienen con nuestros ahorros, sean destinados al desarrollo de valores sociales y medioambientales
Cuando se invierte en fondos éticos, el inversor por encima de todo está buscando:
-Responsabilidad en las inversiones lo que supone que, junto a beneficios económicos, se consigan objetivos sociales y medioambientales.
-Saber con seguridad que las inversiones y los réditos tienen un fin social.
-Facilitar financiación a empresas y fundaciones que, de otra manera, no podrían conseguirla.
Que la rentabilidad es baja a medio plazo, y que a largo plazo, como el dinero en definitiva es nuestro, hay que ser cautos en el análisis de las opciones que nos ofrece el mercado.
Totalmente, y están desarrollados y en funcionamiento a través de bancos e intermediaros financieros de reconocido prestigio, y además tienen que estar registrados en la CNMV.
En España la garantía de la inversión social responsable nos la da la CNMV, y la forma de elección de las finalidades del fondo lo elige o un consejo asesor, o el propio gestor del fondo establece los criterios o bien las referencias de índices éticos.
Además, el Laboratorio de Inversión Socialmente Responsable de Economistas sin Fronteras ofrece un catalogo de Fondos de Inversión domiciliados en España en el que estudian cómo está estructurada la cartera ofreciendo asímismo información de sus características y el sistema de control del mismo.
-Los fondos éticos, que excluyen la inversión de sus fondos en armas, juego , alcohol etc.
-Los fondos de desarrollo sostenible, que invierten los fondos en empresas para las que la Responsabilidad Social es un valor real y tangible
-Los fondos solidarios, que ceden parte de su rentabilidad a ONG u organismos ya establecidos a la hora de contratar el fondo.
-Los fondos temáticos: que centran su inversión en compañías que centran su actividad en consecuciones concretas: energía limpia, búsqueda de agua en países del tercer mundo, cambio bioclimático etc.
En la actualidad la rentabilidad de los fondos la podemos situar entre el 0,5% y el 2.77%, aunque en algunas ocasiones estos fondos son incluso negativos a corto plazo. Desde luego no nos haremos ricos con la Inversión Social Responsable, pero nos quedaremos mucho más tranquilos de que nuestros dineros son invertidos en fines en los que creemos.
Porque aunque lo que no son cuentas son cuentos, con la Inversión Social Responsable hay que ir más allá de las cuentas, porque cuando la ética guía tu dinero: la Inversión Social Responsable es una realidad,