Llegan las elecciones, y a los ciudadanos nos toca decidir quiénes creemos que son nuestros mejores dirigentes. Pero como siempre el ruido mediático de la campaña electoral no nos deja oír cuál es la formación que ofrece las mejores opciones para nuestros bolsillos, que es lo que nos interesa. Y lo que nos interesa es la creación de empresas público-privadas.
Veamos primero cuáles son las ventajas de cada tipo de empresa.
Su capital pertenece a la Administración, lo cual nos puede dar la garantía de que el dinero está mejor invertido o, al menos con criterios, más sociales. Este tipo de empresa busca dar respuesta a necesidades sociales por lo que puede no primar el interés puramente económico. Este es el sistema que utiliza el Estado para intervenir en la generación de riqueza , pero ésta siempre es temporal, y el empleo que pueden llegar a crear suele ser por obra o servicio por lo que no es tan estable. Para una economía liberal, este tipo de empresa es malo; para una economía socialdemócrata, bueno si no perjudica sectores privados; para una economía de izquierdas radicales, perfecto, aunque sea contrario a la riqueza individual.
La empresa privada tiene capital puramente de particulares, que defenderán bien sus bienes, con búsqueda de beneficios económicos. Son empresas cotizables en bolsa o fácilmente vendibles, con lo que supone una salida al emprendimiento,y su objetivo es la generación de riqueza mantenida en el tiempo, lo que proporciona estabilidad al mercado de trabajo. Cuantas más empresas privadas con criterios de rentabilidad, se generará empleo más estable. Para una economía liberal, este sistema es bueno; para una economía socialdemócrata, también será bueno siempre que su funcionamiento tenga muy en cuenta devolver parte de lo generado a la sociedad; para una economía de izquierda radical, malo, muy malo .
Al hablar en términos generales sobre empresa pública y empresa privada se han creado dicotomías radicales. Si una cosa es buena, la otra es mala, si es social no es rentable; si es rentable es explotadora; si no es ecológica, es malo; si es verde, es poco útil. En definitiva políticos de un lado de otro y el de más allá nos van colocando sus ideas pero por qué no puede haber una empresa publica rentable y una privada social? La suma de ambas supondría el poder de lo público ayudando a la privada a crecer y a generar una riqueza orientada al bienestar de todos, por lo que son las empresas público-privadas, un invento necesario.
Un sector publico que intervenga en la economía en situación de crisis para favorecer la financiación de la empresa privada, la acompañe, la ayude, utilice su músculo para que genere riqueza y cree puestos de trabajo tan necesarios.
Unas empresas públicas que, con finalidades sociales, sean eficaces, rentables, y tengan capacidad de devolver riqueza económica a la Administración Pública para poder bajar las cargas impositivas de los ciudadanos.
Y también necesitamos empresas privadas con gestión social, que tenga, como principal activo sus trabajadores como fuerza esencial de generación de riqueza, y que utilice los métodos del sector privado con criterios de eficacia, eficiencia y rentabilidad social.
Y por qué no tener empresas publico-privadas que aporten el músculo de lo público en épocas de necesidad, para que los pymes puedan despegar con criterios sociales y que se creen puestos de trabajo con la estabilidad del sector privado? Estas empresas podrían llegar donde no llegan otras convirtiendo a los micropymes en pymes más grandes, con capacidad de luchar en mercados más innovadores, más competitivos y generadores de mayor valor añadido con la ayuda del sector público.
Todo esto es mucho más dificil de explicar que con 750 palabras, y mi aportación no es más que otra opinión a sumar y a debatir, pero no es malo despertar conciencias. ¿Quimeras? ¿Sueños? ¿Economía liberal-socialdemócrata? ¿Sistema escandinavo de economía público-privada? Es el momento de que los ciudadanos inventemos, porque a los políticos se les ha acabado la imaginación. Si además, el invento les parece bueno que lo usen… se lo regalamos, porque a nosotros nos da igual el discurso, lo que queremos es vivir sin lujos pero sin necesidades, en una sociedad justa y en un medio económico estable.