Cuántas veces nos ha pasado que, cuando hemos ido a pagar en una tienda una compra, nos hemos dado cuenta que no teníamos suficiente efectivo en el bolsillo, y además necesitábamos más dinero en efectivo para realizar otras compras, o simplemente “por llevar algo” de dinero. Pues ha llegado la solución, el ‘cashback’.
Auún no funciona plenamente en España,pero acaba
de lanzarlo a nuestro mercado una sola entidad bancaria. Es una costumbre anglosajona que, inicialmente, nos puede llamar la atención: si realizamos una compra en un establecimiento inglés, es muy probable que nos pregunten: “ Any cashback?”.
Si además de nuestro secular desconocimiento del idioma, le unimos la traducción, “Algo de dinero efectivo en devolución?”, nuestra extrañeza aumentará. Pero lo vamos a aclarar rápidamente.De nuevo, es un nuevo sistema de gestión de dinero.
Significa que te van a devolver dinero. En principio pensaríamos que se trata de una devolución de importe por compras no requeridas, que es el origen inicial de esta costumbre. Si cuando llegas a la caja de una tienda, pagas con tarjeta, y te das cuenta que algo no lo quieres, al establecimiento siempre le es más cómodo devolverte el dinero en efectivo que anular el cargo pasado, y volver a pasar la tarjeta para el cobro.
Pues de eso se trata. De que la tienda en la que cobras, te da dinero en efectivo, fundamentalmente con tarjetas de débito. Es decir, es de cargo inmediato en tu cuenta. Son nuevos sistemas para viejas necesidades.
Supongamos que has realizado una compra de 100 euros y quieres llevarte 50 en efectivo. Le pides que cobre 150 de la tarjeta cuando te preguntan “si quieres devolución”, y listo. Es dinero en efectivo, sin comisiones de cajero, sin perder tiempo buscando el cajero de tu red para que no te cobren la comisión, y sin mirar para atrás para que nadie te atraque. Y tampoco necesitas tu telefono móvil para realizar ninguna gestión.
Lo más fácil de pensar es que el cashback nace como una fórmula de dar un servicio a los clientes. Otros pensarán que es un servicio del Banco emisor de la tarjeta que llega a acuerdos con las tiendas y grandes superficies para mejorar las relaciones. O que podría tratarse de fidelización a tres bandas: cliente, Banco y establecimiento.
Pues no. Nada de eso. La realidad es que los establecimientos, sobre todo las grandes superficies de alimentación, producen cantidades de efectivo muy grandes y, como es lógico, cuando llegan los furgones de recogida, la empresa de transporte les cobra por llevar dichos fondos a los Bancos.
O bien en establecimientos más pequeños , el gerente o encargado de cerrar las cuentas del día tiene que desplazarse al buzón de efectivo de su entidad, que está a cierta distancia y siempre lo hace a horas preestablecidas con el riesgo que supone de robo.
Y no digamos que también sirve para evitar la desconfianza de la empresa en que se puedan “distraer” pequeñas cantidades, no tanto en grandes superficies cuyo control es muy alto, sin más bien en pequeños establecimientos.
Pues bien, para evitar todo ello, se “quitan de en medio” la mayor cantidad de efectivo posible ofreciéndolo a sus clientes a través de su tarjeta de débito. Ojo, que no nunca de crédito, y así el cliente evita las comisoines de los cajeros.
En España ahora lo “venden” en los Bancos como un servicio más, pidiendo a cambio importantes compensaciones en todo tipo de productos para poder acceder al mencionado ‘cashback’, y solo en determinados establecimientos. Para ello, lo hacen a través de app de pago . Algo complicado y que, seguro, que no va a funcionar mucho ya que el objetivo que pretende es aprovechar el sistema para captar clientes.
Pero, en poco tiempo, será un servicio cuyo origen no estará en la entidad bancaria, sino en el establecimiento que así se quitará de en medio el efectivo, y sobretodo el alto coste de su transporte porque siempre que surge algo nuevo en el mundo de las finanzas el cliente puede beneficiarse al ahorrarse las comisiones de sacar fondos en los cajeros. Pero seguro que alguien se beneficia más, porque lo que no son cuentas, son cuentos.