Los P2P nacieron para poner en contacto a personas que quisieran prestar dinero a otras que lo necesitaran.
La cuna de las novedades financieras siempre fue el mundo anglosajón, y ahora no podía ser menos . Todo empezó en el 2005 cuando unos emprendedores abrieron un portal de acuerdos en el que se casaban operaciones de personas que necesitaban dinero y las que lo prestaban a un interés determinado, todo ello con el visto bueno de las autoridades financieras y una empresa de rating. Habían nacido los préstamos P2P (Person to Person).
Al día de hoy son un boom en Gran Bretaña y está importado a toda Europa, y no digamos Estados Unidos, donde el sistema está plenamente asentado.
Los préstamos P2P varían fundamentalmente según las expectativas del inversor. De esta manera encontramos diferentes plataformaspara los diferentes perfiles inversionistas.
1) Plataformas de inversores que aportan sus fondos sin esperar nada a cambio. Apoyan proyectos como si se trataran de donativos.
2) Plataformas de invasores que esperan tipos de interés similares a los Bancos, para los que es un negocio con rentabilidad.
3) Plataformas de inversiones en las que, a cambio del dinero, esperan acciones de las compañías financiadas o cualquier otro tipo de recompensa que pacten.
El concepto del P2 P (“ person to person lending,” o ‘peer to peer lending)’ es una realidad en la que los préstamos persona a persona son evaluados en las plataformas de conexión de ambos extremos de la cuerda financiera quedando reducidos los costes de intermediación, lo que da lugar a tipos de interés aproximadamente a la mitad de los que en la actualidad se despachan en las entidades financieras españolas.
Porque en algunas de las plataformas de Crowfounding no se han llegado a cumplir las fechas de lanzamiento de las actividades hasta en un 84%, con la consiguiente pérdida de rentabilidad por inactividad del dinero colocado por inversores ávidos de rentabilidades mejores que las de los Bancos.
En otros casos, el proyecto inversor no es más que una “idea de salón”, realizada en un esquemático plan de viabilidad destinada a la captación de fondos más o menos expertos en valoración de inversiones para desarrollar en fechas posteriores en base a los fondos captados.
En ocasiones, mueren de éxito ante avalanchas de fondos y pedidos que anegan las capacidades de gestión de startups en despegue con el consiguiente bloqueo de la viabilidad expuesta.
En definitiva: donaciones, mecenazgo, inversiones rentables. Todo cabe en un sistema en el que emprendedores e inversores se conectan para llevar a buen puerto a espaldas de un sistema financiero muy encorsetado sus proyectos e ilusiones sin perder de vista que en el Crowfounding y préstamos P2P, también se impone nuestra máxima: “Lo que no son cuentas son cuentos”, y cuidado, porque en este sector puede haber muchos.