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Paco Vadillo

El Peristilo del Teatro Romano

“Trabajar de acomodador engancha”, Nazaret Soriano, Jefa de Sala del Teatro Romano de Mérida.

 

La figura del acomodador forma parte del paisaje cada verano del Teatro Romano de Mérida durante el Festival. En esta ocasión, 25 jóvenes, la mayoría de la capital extremeña, conforman el cuerpo de asistentes de sala o acomodadores.

 

La edad media de los acomodadores del Festival ronda los 20 años, pero la gran mayoría, repite esta labor. Seleccionados por el propio certamen, son los responsables de la colocación de localidades, asesoramiento a público y control de las normas básicas. Normas como la prohibición de utilizar el flash que les causa más de un quebradero de cabeza en cada montaje. “Hay gente super salada que te hace caso y otros que vienen con ganas de liarla”, así nos cuenta Nazaret Soriano, Jefa de Sala del Teatro Romano en esta 60 edición. Y ya van 3 seguidas como máxima responsable del cuerpo de acomodadores. “Yo no puedo ver los montajes porque no paro, pero el resto de acomodadores hacen turnos para ver los diferentes espectáculos”, explica Soriano.

 

A las 20:30 horas los 25 jóvenes se concentran en el recinto. Su primera labor es montar los 2.200 cojines y 210 fundas de las localidades y butacas. Se encuentran apiladas en uno de los palcos superiores y tapadas para evitar las inclemencias meteorológicas.

 

“Hay espectadores que vienen a todas y cada una de las obras. Sobre todo hay varias parejas que siempre vienen a su sitio habitual en orchestra”, explica Soriano. Ser acomodador también es ser un todoterreno, pero en el sentido más literal de la palabra. Luchar contra el empedrado cada noche, que ya conocen como si fuera el suelo de su casa, “aunque cada año tenemos tropiezos y caídas”.

 

Ser acomodador del Festival de Mérida es pertenecer a “una pequeña familia” que disfruta y vive las noches emeritenses de forma diferente. “Todo el mundo que pasa por sala le engancha. Cuando se acerca la fecha de inicio del Festival se ponen nerviosos. Es una gran experiencia”, culmina Soriano la conversación que tenemos, en la que demuestra además una gran pasión por el certamen cultural emeritense. Mucho trabajo para todos durante estos meses de verano.

 

Temas

Más que ver una obra de teatro. Mucho más que descubrir las voces de la escena española. Más allá de intentar comprender un mito en el libreto del director de turno...El Festival de Mérida puede ser una experiencia sensorial sencilla de vivir, compleja de entender, pero increíble para enamorarte de ella. Por ello, detrás de la escena, allá donde está el peristilo, donde la Xirgu mira con ojos dramáticos suceden cosas apasionantes. Encuentros imposibles, datos que pasan desapercibidos, recomendaciones para vivir el festival más allá de las caveas. Bienvenidos al entresijo de bambalinas ficticias del Teatro Romano de Mérida

Sobre el autor

@pacovadillo - Más que ver una obra de teatro. Mucho más que descubrir las voces de la escena española. Más allá de intentar comprender un mito en el libreto del director de turno...El Festival de Mérida puede ser una experiencia sensorial sencilla de vivir, compleja de entender, pero increíble para enamorarte de ella. Por ello, detrás de la escena, allá donde está el peristilo, donde la Xirgu mira con ojos dramáticos suceden cosas apasionantes. Encuentros imposibles, datos que pasan desapercibidos, recomendaciones para vivir el festival más allá de las caveas. Bienvenidos al entresijo de bambalinas ficticias del Teatro Romano de Mérida


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