Año 2018. Tras la bancarrota de las naciones y el fin de las guerras corporativas, el mundo está controlado por seis grandes empresas que han reemplazado a los estados y que monopolizan la energía, el transporte, el lujo, la vivienda, la comunicación y los alimentos. La gente carece de libertad, pero disfruta de una confortable esclavitud y se desahoga con el Rollerball, un violento deporte sustitutivo de la guerra.
Esta es la sinopsis de la película ‘Rollerball’ (1975), dirigida por Norman Jewison. En España, se tituló ‘Un futuro próximo’, y así parece a tenor de lo que está ocurriendo en la aldea global. La democracia cede terreno ante la corporatocracia. El Estado pierde su poder regulador de la economía y los servicios públicos están siendo privatizados. Nuestros gobernantes toman cada vez más decisiones a espaldas del pueblo que los ha elegido y al dictado de los grandes bancos y empresas. Estos, cuyo único fin es maximizar beneficios, compran políticos financiando sus campañas, al tiempo que acogen en su seno a ex altos cargos públicos y colocan sus peones a sueldo en las administraciones públicas e instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el FMI. Es el fenómeno de la ‘puerta giratoria’. Como botón de muestra repasen la carrera política y empresarial de la petrolera familia Bush y sus compinches Rumsfeld, Cheney, George Shultz y Henry Paulson. Este último pasó a la Secretaría del Tesoro con George W. Bush desde la cúpula de Goldman Sachs, dejando caer al archirrival de este, Lehman Brothers. Antes, otro ex de Goldman, Robert Rubin, ocupó el mismo puesto con Bill Clinton y acometió la máxima liberalización del sector financiero.
Para ese banco de inversión, uno de los mayores del mundo, también han trabajado dos técnicos italianos: Mario Draghi, nuevo presidente del Banco Central Europeo, y el excomisario europeo Mario Monti, futuro primer ministro de Italia. Curiosamente, Monti sustituirá a la versión exacerbada y caricaturesca de la corporatocracia, Berlusconi. Con Draghi y Monti en nómina, Goldman Sachs ayudó a Grecia a ocultar su onerosa deuda con trucos contables. Otro técnico y exvicepresidente del BCE, Lukás Papadimos, gobernará el país heleno. Papadimos y Monti son miembros de la Comisión Trilateral, un lobby fundado en 1973 por el todopoderoso banquero David Rockefeller. Papadimos y Draghi se formaron en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), gran laboratorio de la tecnocracia, de un gobierno global de técnicos y expertos que tomen decisiones basándose en su eficacia y no en consideraciones ideológicas, políticas o sociales o en las peticiones de la ciudadanía, vista como una masa infantil e incapaz. Es la elitista ideología de los que sentencian el fin de las ideologías; es una actualización del despotismo ilustrado y del monstruoso sueño platónico de una sociedad dirigida por sabios o un filósofo rey. Es el sobrio ropaje que adopta don Dinero para subordinar la política a sus intereses, diluir la democracia e instaurar la corporatocracia.
(Publicado en el diario HOY el 13/11/2011)
TRÁILER DE ROLLERBALL (1975), en inglés