Todo proletario lleva un pequeño burgués dentro. Sueña con tener su negocio, sea tienda, huerto, taller, camión o restaurante, con ser su propio dueño y señor, aunque eso le suponga echar más horas en el tajo a cambio de una remuneración variable y en muchos casos inferior a la que obtendría trabajando para otros. Quizás […]