Rajoy podrá decir misa, pero dudo que 2014 sea «mucho mejor» que el horrible 2013. Quizás es que estoy perdiendo la fe. Por lo pronto, ha empezado de pena: con despidos y despedidas. El quinto jinete del Apocalipsis, la crisis (y los que se aprovechan), sigue llenando las fosas comunes de las oficinas de empleo. […]