>

Blogs

El Zurdo

El rincón del Zurdo

La coma justa

Todo juez que se precie gusta de poner los puntos sobre las íes y atarse a la letra de la ley. Es de justicia. Para muestra, un botón: los 16 magistrados de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se han peleado por una coma. Su ausencia en un artículo de la reforma que restringe la justicia universal es la culpable de que los narcos duerman más tranquilos.

El artículo de la discordia establece que el tráfico ilegal de drogas por parte de extranjeros puede perseguirse «cuando se trate de la realización de actos de ejecución de uno de estos delitos o de constitución de un grupo u organización criminal con miras a su comisión en territorio español». Amparándose en este precepto, 13 de los 16 magistrados avalaron la puesta en libertad de 13 supuestos narcos egipcios detenidos hace un año cuando navegaban en un buque por el mar de Alborán con 16 toneladas de hachís. Para esos 13 jueces, nuestros tribunales sólo pueden juzgar a un foráneo detenido en el mar con droga si el barco es español, está en aguas territoriales españolas, los tripulantes son españoles o el destino de los estupefacientes es España. Otros tres jueces difieren e interpretan que pueden perseguir el narcotráfico en todos los casos. Se agarran a que el enunciado del artículo refleja dos supuestos diferentes, separados por la conjunción «o»: «Si el delito se ha realizado efectivamente es perseguible por la justicia española incluso habiéndose cometido fuera del territorio nacional por ciudadanos no españoles; y si se trata solamente de la constitución de grupos criminales con intenciones delictivas, puede la Justicia española intervenir sólo si la intención de estos grupos es cometer esos delitos en España». La Real Academia Española confirmó esta tesis. Pero la mayoría de la Sala, más papista que el papa, sostiene que para que la norma dijera eso tendría que ponerse una coma antes de la «o».

No seré yo el que discuta la importancia de la coma, «esa puerta giratoria del pensamiento», como la definía Julio Cortázar. Una coma puede salvar una vida. Célebre es la anécdota de ese rey al que pasaron una sentencia que decía: «Perdón imposible, que cumpla su condena». Magnánimo, cambió la coma de sitio y la suerte del condenado: «Perdón, imposible que cumpla su condena». Y por una coma puede perder dinero: 20,5 euros no es lo mismo que 2,05. Pero en este caso coincido con los tres togados discrepantes en que la interpretación de la mayoría es «errónea» y acarrea «niveles de impunidad» que no son «deseados por el legislador»; es decir, va contra el espíritu de la ley. ¿Y cuál es ese espíritu? ¿Acaso no es aplacar a las dos grandes potencias: la ascendente China y la decadente EE UU? Nuestros prestamistas chinos amenazaban con quebrarnos si seguíamos tocándoles la moral a sus timoneles con el genocidio tibetano. Y el tío Sam estaba hasta la madre de casos como el de Couso.

Mas ¿es justicia la que no es universal? ¿De qué vale la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU si sus miembros, especialmente los más poderosos, se la saltan a la torera cuando quieren con total impunidad y la aplican con una doble vara de medir a amigos y enemigos? La ley y la justicia deberían defendernos del abuso de la mayoría y de la minoría, pero, una vez más, se han puesto al servicio del más fuerte. Solo cabe rebelarnos y esperar el futuro con que soñaba Nietzsche: «En lugar del juez y del represor, el creador».

(Publicado en el diario HOY el 11/5/2014)

Temas

blog personal del periodista Antonio Chacón Felipe

Sobre el autor


mayo 2014
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031