En el ajedrez, el gambito consiste en sacrificar, al inicio de la partida, alguna pieza para lograr una posición favorable. El más jugado es el de dama, una apertura cerrada en la que las blancas ofrecen al adversario el peón del lado izquierdo de la reina con el objetivo de dominar el centro del tablero. Se dice que este es un falso gambito, pues las blancas pueden recuperar el peón cuando quieran y si las negras se empeñan en conservar el que tienen de más suelen sufrir graves pérdidas.

Podemos ha iniciado la campaña con un gambito de reina, inmolando una pieza capital en su flanco izquierdo: Monedero, su ideólogo y ‘conseguidor. No tenía alternativa si quería seguir siendo alternativa. El partido que lidera Pablo Iglesias se ha desinflando en las encuestas desde que salió a la luz a finales de enero que Monedero cobró 425.000 euros por asesorar a Venezuela y otros países latinoamericanos y que declaró esos ingresos a través de una sociedad pantalla para pagar menos impuestos. Luego hizo una declaración complementaria para eludir una sanción de Hacienda, pero eso no frenó el declive de Podemos, como ha confirmado el último sondeo del CIS, elaborado en abril, antes de la renuncia de Monedero, en el que el PSOE ha recuperado el segundo puesto en intención de voto. Se nos ha vendido que la dimisión del ‘viejo’ profesor se debe a sus discrepancias con la deriva de su formación porque empezaba a parecerse a lo que quiere sustituir. Pero todo huele a pactado y bien pactado. No debía dejarse entrever que había sido forzado a irse porque estaba ahuyentando al voto del cabreo más moderado, el de los desencantados con el PP, que se está yendo a Ciudadanos, un gato pardo que huele como las nubes.

Conscientes de que la marca PP huele que echa para atrás, los populares extremeños han creado una propia, ‘Hacemos Extremadura’, como contrapunto a Podemos. Asimismo, han escondido las siglas PP y las gaviotas para que no se les identifique con Rajoy y Gürtel. No quieren ni sonar a PP y han sustituido su himno por el rap ‘Extremadura, nuestra única doctrina’. O sea, Monago y compañía también han optado por un gambito, pero de rey. En esta apertura abierta, las blancas ofrecen a las negras el peón del lado derecho del rey para formar un centro fuerte y móvil y lanzar un gran ataque. Es especialmente agresiva pero muy arriesgada y da lugar a duras luchas. Veremos si les sirve para romper el pronóstico del CIS, que prevé una victoria socialista muy ajustada en la región aunque sin mayoría absoluta. No obstante, como se ha visto en el Reino Unido, las encuestas pueden fallar y más cuando el porcentaje de indecisos ronda el 40%.

Aún hay partida y los caballos pueden ser claves por su agilidad si se logran situar en el centro del tablero. Vistas sus aperturas, lo esperado es que el PP extremeño y Podemos no tarden en sacarlos para recuperar la iniciativa en este juego de tronos. «El caballo –explica el maestro Kárpov– es la única pieza del juego que puede saltar por encima de las demás. Se mueve de una manera verdaderamente especial, describiendo una L: primero dos casillas en horizontal o vertical, como una torre, y después una casilla a la derecha o a la izquierda. Un detalle que no hay que olvidar: un caballo que sale de una casilla negra siempre va a parar a una blanca. Y, al contrario, un caballo que se mueve desde una casilla blanca llega siempre a una casilla negra».

(Publicado en el diario HOY el 10/5/2015)