El peligro de los incompetentes | El rincón del Zurdo - Blogs hoy.es >

Blogs

El Zurdo

El rincón del Zurdo

El peligro de los incompetentes

(FILES) This file photo taken on July 21, 2017 shows Spanish Economy Minister, Luis de Guindos looking on during a joint press conference with his French counterpart at the Economy Ministry headquarters in Madrid. Irish central bank chief Philip Lane pulled out of the race for the vice-presidency of the European Central Bank on February 19, leaving favourite Spanish Economy Minister Luis De Guindos the only candidate. / AFP PHOTO / JAVIER SORIANO/

(FILES) This file photo taken on July 21, 2017 shows Spanish Economy Minister, Luis de Guindos looking on during a joint press conference with his French counterpart at the Economy Ministry headquarters in Madrid. Irish central bank chief Philip Lane pulled out of the race for the vice-presidency of the European Central Bank on February 19, leaving favourite Spanish Economy Minister Luis De Guindos the only candidate. / AFP PHOTO / JAVIER SORIANO

El imperturbable Rajoy ha apostado por Luis de Guindos, el artífice de la actual ilusión económica española, para poner una pica en el Banco Central Europeo. Sin embargo, el ministro de Economía no pasó el examen de la Eurocámara, que consideró más idóneo para el cargo de vicepresidente al otro aspirante, el irlandés Philipe Lane.

Con todo, su dictamen no era vinculante; la última palabra era de los colegas del Eurogrupo. Ahí, De Guindos tenía las de ganar, como así fue. Al final, los padrinos cuentan más que los méritos. Una vez más, me temo, se cumplirá el principio de Peter: «En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata se monta hasta cortarse».

Como explica Giancarlo Livraghi en ‘El poder de la estupidez’, hoy es aún peor que cuando el pedagogo Laurence J. Peter formuló su principio en 1969; «se asciende a alguien (o se lo elige) por la protección de un poder oligárquico, una apariencia superficial, intrigas y otras razones que tienen poco (o nada) que ver con la competencia».

Para arreglar los desaguisados de los jerarcas incompetentes, algunos consultores sugieren maniobras como la «sublimación percusiva» o el «arabesco lateral», que se pueden sintetizar en el viejo adagio latino «promoveatur ut amoveatur» («promover para remover»). Se trata de desplazarlos hacia arriba o hacia un lado de modo que ocupen lugares de mera apariencia y que la gestión real quede en manos de quienes no han sido ascendidos aún por encima de su nivel de competencia. En esto la Iglesia es una consumada maestra, aunque los partidos políticos son unos discípulos aventajados.

Similar táctica suelen emplear los jefes con las moscas cojoneras, con quienes les hacen sombra o amenazan con moverle la silla. En este juego de tronos, los mejores, si sobreviven, acaban relegados a puestos en los que no brillan y pierden motivación. Es lo que el historiador naval británico Cyril Northcote Parkinson denomina ‘ingelitencia’ (lo contrario de la inteligencia). Según Parkinson, reconocemos al ‘ingelitente’ por su terco esfuerzo en expulsar a todos los que son más capaces que él.

La cosa se agrava cuando se promueve a incompetentes que para más inri son unos desalmados o depravados, como hemos descubierto con estupor que ha pasado en oenegés como Oxfam. Escándalos así no hacen perder la motivación sino la fe en la condición humana.

Rajoy sí parece tener mucha fe en De Guindos o motivos para quitárselo del medio, pues no aceptó otro candidato. Sea lo que sea, ha empleado en este asunto más tiempo del que merecía, descuidando otros problemas más acuciantes, que, fiel a su estilo, espera que se resuelvan por ciencia infusa. Se confirman así dos de las leyes de Parkinson. Una, la de la trivialidad: «El tiempo dedicado a cualquier tema de la agenda es inversamente proporcional a su importancia». Y la otra, la de la dilación o arte de perder el tiempo, que se da cuando una cuestión es urgente, grave o compleja y los gestores huyen de la responsabilidad, delegando y retrasando la toma de medidas, dudando y vacilando, hasta que es irresoluble. El resultado es un doble error: decidir a toda prisa sobre lo que necesita de más reflexión y posponer decisiones que habría sido mejor adoptar en el momento preciso. Ejemplo, Cataluña. Livraghi advierte que si persistimos en ese doble error, «si continuamos haciendo caso omiso de las termitas de mala gestión que amenazan desde el interior», el hundimiento nos caerá ‘por sorpresa’.

(Publicado en el diario HOY el 18 de febrero de 2018)

Temas

blog personal del periodista Antonio Chacón Felipe

Sobre el autor


febrero 2018
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728